domingo, 8 de septiembre de 2024

La paradoja de Newcomb

 Se designa como paradoja, queridos amigos, a la figura retórica que consiste en la utilización de expresiones que envuelven una contradicción.

Ustedes, ávidos lectores de Policromía de Ideas, seguramente recuerdan la nota Gödel, Escher y Bach, en la que viéramos la conocida paradoja del cretense Epiménides que reza de la siguiente guisa:

Todos los cretenses mienten.

Ahora bien, si todos los cretenses mienten, él, como cretense, está mintiendo, luego lo que dijo es mentira, pero, si es mentira, significa que los cretenses no mienten, dicen la verdad; pero, si dicen la verdad, entonces es cierto que todos los cretenses mienten y volvemos al punto de partida sin haber aclarado las cosas. He ahí una paradoja.

Esto nos lleva a William Newcomb (1927 – 1999), un físico teórico americano, profesor en el Laboratorio Lawrence Livermore de la Universidad de California, sobrino bisnieto del astrónomo Simon Newcomb; un polímata canadiense del siglo XIX.

Pues bien, en 1960, mientras analizaba el conocido "dilema del prisionero", Newcomb dio forma a la que luego pasó a ser conocida como “paradoja de Newcomb”. Curiosamente, Newcomb nunca escribió acerca de ella, pero, unos años más tarde, llegó a oídos del conocido filósofo estadounidense Robert Nozick. Admirado por ella, Nozick la hizo pública en 1969, con la anuencia de Newcomb. "Es un problema hermoso. Ojalá fuera mío", acotó.

¿Y, en qué consiste la tal paradoja, Martín?

Pues, veámosla:

Supongamos una mesa sobre la que hay dos cajas cerradas:

1.- la caja A que contiene US$1.000 y

2.- la caja B que puede contener US$1.000.000 o nada.

Se nos ofrecen dos opciones:

1.- llevarnos sólo la caja B o

2.- llevarnos las dos cajas.

Nos quedaremos con todo lo que haya en la/s caja/s que escojamos y el objetivo es llevarnos la mayor cantidad de dinero.

Antes de tomar la decisión, debes tener en cuenta que todo esto fue ideado por un ser supremo cuya capacidad de predicción es perfecta.

Él ya pronosticó qué haríamos.

Si predijo que tomaríamos ambas cajas, dejó la B vacía.

Si predijo que escogeríamos sólo la B, guardó en ella el millón de dólares.

Obviamente, no sabemos lo que predijo.

Entonces, ¿Qué hacer? ¿Nos llevamos las dos cajas o sólo una? Recordemos que el objetivo es llevarnos la mayor cantidad de dinero posible.

Y resulta que este engañosamente simple problema está lejos de ser de fácil solución. Y así, las encuestas muestran que el público reacciona de la siguiente forma: Más o menos la mitad está convencida de que la opción 1 es la correcta y la 2, absurda; y la opinión de la otra mitad es igual de contundente, pero al revés.

De hecho, fue por esa dicotomía que Nozick decidió publicarla.

El tema es que hay dos soluciones posibles, pero, llevan a decisiones diferentes:

Argumentos a favor de tomar sólo la caja B.

Si tomamos lo que hay en ambas cajas, el ser supremo lo habrá predicho y no habrá puesto el millón de dólares en la caja B, y, por lo tanto, obtendremos US$1.000.

Si tomamos solamente la caja B, el ser lo predijo así que al abrirla encontrarás US$1.000.000.

Por lo tanto, lo lógico es optar por tomar solo una caja.

Argumentos a favor de escoger las dos cajas.

El ser supremo ya hizo su predicción; el millón de dólares ya está o ya no está en la caja B. Esto es un hecho y, entonces, el dinero no se va a esfumar dependiendo de nuestra elección, pues una decisión en el presente no cambia una tomada en el pasado.

Si el ser ya puso el millón en la caja B y tomamos ambas, obtendremos US$1.001.000, mil más que si tomáramos una sola caja.

Si el ser no puso el millón en la caja B y escogemos ambas, al menos nos quedaremos con US$1.000, en vez de nada.

En conclusión.

No es sorprendente si, a pesar de haber leído las razones de quienes escogieron la opción distinta a la tuya, te sigue pareciendo irracional.

Eso ha venido pasando incluso desde antes de que Nozick popularizara la paradoja.

"He planteado este problema a un gran número de personas, tanto amigos como estudiantes en clase", escribió el filósofo.

"Para casi todo el mundo es perfectamente claro y obvio lo que se debe hacer. La dificultad es que estas personas parecen dividirse casi por igual sobre el problema, y ​​un gran número piensa que la mitad opuesta simplemente está siendo tonta".

Sin embargo, subrayó, "dados dos argumentos opuestos tan convincentes, no basta con conformarse con la creencia de que uno sabe qué hacer. Ni basta con repetir uno de los argumentos en voz muy alta y lentamente".

Agregó que era necesario "desarmar el argumento opuesto; explicar por qué no se sostiene, mostrándole el debido respeto".

Muchos han intentado hacerlo; varios están convencidos de que lo lograron.

Pero la paradoja de Newcomb sigue siendo un rompecabezas espinoso y tremendamente controvertido, con ramificaciones en la teoría de la decisión, la economía, la psicología filosófica y la ciencia política.

Nozick esperaba que la publicación del problema pudiera “dar con una solución que me permitiera dejar de volver, periódicamente, a él”.

Pero hasta ahora, a pesar de que se ha estudiado, discutido y escrito profusamente sobre esta paradoja, no se ha llegado al consenso que le habría restaurado su paz mental.

Ustedes, queridos amigos, ¿Por qué opción se inclinan?

Bien, hasta aquí nuestro amigo Newcomb.


Sin embargo, no quisiera finalizar esta nota sin cumplir con el expreso pedido de mi presentadora de la semana pasada: Blanche Monnier. ¿La recuerdan? Aquí va su foto para ayudar a ello.

Concretamente, Blanche me pidió que contara su historia. ¡Su triste historia!

¡Lo haré! Y contaré para ello con el auxilio del excelente canal de Youtube, Mystery Scoop, que ha preparado un magnífico informe.

Es como decimos nosotros los brasileros: Não há fim para a maldade humana.

Se puede cambiar los subtítulos al español yendo abajo a la derecha a Configuración (la florcita redonda) - Subtítulos - Traducir automáticamente - Español

https://www.youtube.com/watch?v=3Dn-GvPGt4o

Es verdaderamente increíble lo que le sucedió a Blanche. Una vida que asomaba estupenda, destruida por quien más debió cuidarla.

Pero, Policromía de Ideas no ha olvidado a Blanche y sirva este recuerdo para rescatarla de las sombras.

¡Vaya nuestro saludo y cariño, Blanche, a través del tiempo y la muerte!

Bien, me despedido, pero, no sin antes recordarles que: Si tienen un hijo, sobrino, nieto, o ustedes mismos a quien tienen que agasajar, qué mejor que regalarle mi libro de El Ajedrez de la B a la Q, Tomo I (no se demoren que ya viene el Tomo II), que podrán encontrar en Mi Librería:

Avenida España 1927 – Mendoza – Argentina.
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