domingo, 15 de septiembre de 2024

¿Se cumplirá el sueño de Gilgamesh?

Ya hemos hablado en este foro, estimados amigos, de Raymond Kurzweil. Fue el 8 de julio del presente año en la nota titulada Conjeturas, hipótesis, teorías. Ray Kurzweil, futurista y experto en inteligencia artificial, ha capturado recientemente la atención global con una declaración impactante: Los humanos podrían alcanzar la inmortalidad en 2030. Pero, ¿en qué se basa semejante afirmación?

Antes de ir a ello, primero recordemos quién es Ray Kurzweil.

Raymond Kurzweil (Queens, Nueva York, 12 de febrero de 1948) es un inventor estadounidense, además de músico, empresario, escritor y científico especializado en Ciencias de la Computación e inteligencia artificial. Desde 2012 es director de Ingeniería en Google.

Experto tecnólogo de sistemas y de inteligencia artificial, es actualmente presidente de la empresa informática Kurzweil Technologies, que se dedica a elaborar dispositivos electrónicos de conversación máquina-humano y aplicaciones para personas con discapacidad y canciller e impulsor de la Universidad de la Singularidad de Silicon Valley. ​

Y no es un recién llegado al mundo de las predicciones tecnológicas. Este renombrado científico ha sido galardonado con el prestigioso National Medal of Technology y es miembro del National Inventors Hall of Fame. 

¿Un ejemplo visual de su genio? Fue él quien creó el primer escáner para ordenador y el primer sintetizador texto-a-voz que, combinados, se erigían en la primera máquina lectora de documentos impresos para ciegos.

Respecto a sus predicciones, su historial habla por sí solo. Antes del año 2000, predijo que un ordenador derrotaría al campeón mundial de ajedrez. Y así sucedió con Deep Blue de IBM que derrotó al entonces Campeón Mundial Garry Kaspárov.

También auguró que, para 2009, predominarían los ordenadores portátiles de diversas formas y tamaños y que, en 2010, la mayoría de la población estaría conectada de forma inalámbrica a una red de información. Si echamos un vistazo a la historia de nuestros smartphones, es evidente que Kurzweil no estaba errado.

Cuando alguien con un historial tan acertado apunta hacia la inmortalidad humana, cuando menos hay que escuchar.

https://www.youtube.com/watch?v=r9fcjUUVM00

Según el video viral en YouTube, que puedes ver arriba, Kurzweil resalta que, para 2030, la nanotecnología permitirá a los seres humanos curar enfermedades mediante pequeños robots o nanobots.

Los nanobots son robots nanoscópicos o lo que es lo mismo un robot que tiene un tamaño nanométrico. Pero... ¿Qué tamaño es ese? 1 nanómetro (unidad de longitud) corresponde a una mil millonésima parte de un metro. O sea, si tomamos un metro y lo dividimos en mil millones de partes iguales (!!), cada una de ellas es un nanómetro. Los nanobots son de ese tamaño. El sufijo Nano significa enano y es todavía más pequeño que micro. 

Estos nanobots podrán reparar nuestros cuerpos. ¿El resultado? Nos volveríamos inmunes a las enfermedades, al envejecimiento e, incluso, a la muerte. Serían capaces de reprogramar nuestro ADN y permitir la regeneración celular.

Este panorama futurista podría llevarnos a pensar en películas de ciencia ficción donde simplemente los humanos no tienen por qué preocuparse por la enfermedad y Kurzweil sostiene que esta es una posibilidad real en el horizonte.

No obstante, como todo pronóstico, existen escepticismo y dudas. Algunos creen que, si bien la tecnología avanza, la inmortalidad es un desafío demasiado grande. Otros, inspirados por avances en empresas innovadoras como Neuralink de Elon Musk, ven la visión de Kurzweil como un siguiente paso lógico.

Así, Kurzweil no está solo en su visión. El Dr. Ian Pearson, otro conocido futurólogo, pone la fecha algo más lejos, marcando 2050 como el año de la inmortalidad, pero con una salvedad: Solo los ricos y famosos podrán acceder inicialmente a esta cura de la muerte. 

¿Estaremos en las puertas de un nuevo amanecer tecnológico que redefinirá nuestra existencia? Solo el tiempo lo dirá. Lo que es seguro es que el viaje promete ser fascinante.

Ahora bien, se preguntarán ustedes, queridos amigos, por qué vuelvo a presentar a Ray. Pues, porque, en el corto lapso transcurrido entre la nota mencionada más arriba y esta, han aparecido novedades que apoyan la hipótesis de Kurzweil. Realmente, la velocidad con que avanza la Ciencia es sorprendente. Veamos:

Científicos de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, han conseguido tatuar una célula sin dañarla, usando nanotecnología.

Este nanotatuaje celular puede tener multitud de aplicaciones, desde convertir a la célula en un sensor, a usarla para detectar cuándo se origina una enfermedad, antes de que contagie al órgano completo.

La técnica tiene mucho mérito porque estamos hablando de colocar un tatuaje a un ente vivo que apenas mide unas micras, cientos de veces más pequeño que el grosor de un pelo.

Un nanotatuaje celular para salvar vidas

Según se explica, los tatuajes de las células están construidos con oro. Se usa este metal por su alta conductividad, y su capacidad para evitar la pérdida y distorsión de la señal.

"Si imaginamos hacia dónde se dirige todo esto en el futuro, nos gustaría disponer de sensores para supervisar y controlar a distancia el estado de las células individuales y el entorno que las rodea en tiempo real", explica David Gracias, autor del estudio.

"Si dispusiéramos de tecnologías para rastrear la salud de células aisladas, quizá podríamos diagnosticar y tratar enfermedades mucho antes y no esperar a que todo el órgano esté dañado".

Esta es la razón principal de estos nanotatuajes: Rastrear la salud de células individuales que forman parte de un órgano. En las pruebas se han usado células que pertenecen al cerebro de una rata.

Pero pueden tener otras aplicaciones como biosensores de diferentes tipos.

Para tatuar las células, los nanopuntos y nanocables de oro se colocaron sobre una oblea de silicio antes de transferirlos a un hidrogel de alginato biocompatible, que los investigadores fijaron al tejido cerebral de la rata. 

Las nanoestructuras se ajustaron a la forma de las células y permanecieron adheridas durante 16 horas, incluso cuando se movieron. Además, no dañaron la célula.

El objetivo ahora de este nanotatuaje celular es que permanezca más tiempo en la célula, y conectarlo para que empiece a recopilar los primeros datos.

O sea, en un todo de acuerdo con lo que predice Kurzweil. Pero, hay más:

Desarrollan nanorobots para reparar aneurismas en el cerebro

Son 20 veces más pequeños que una célula sanguínea y se controlan de forma remota.

En su interior hay un pequeño imán, para guiarlos y una cápsula con un fármaco.

Aproximadamente un 5% de la población del planeta tiene un aneurisma cerebral, pero pocos llegan a producir síntomas o consecuencias. El verdadero problema comienza cuando la ruptura de la arteria provoca una hemorragia cerebral. Ahora, un nuevo estudio ha utilizado robots más pequeños que la mayoría de las bacterias para administrar medicamentos directamente en el lugar de un aneurisma cerebral, previniendo un derrame cerebral.

Hasta ahora, la nueva tecnología se ha probado solo en conejos, pero con más estudios, podría convertirse en una alternativa a los stents que se utilizan actualmente para estabilizar los aneurismas en pacientes humanos.

Esta tecnología sería capaz de detener el sangrado causado por un aneurisma, en el que la pared de una arteria se debilita y se hincha. Los resultados se han publicado en Small y han sido liderados por Qi Zhou, experto en ingeniería bioinspirada en la Universidad de Edimburgo.

“Nuestros nanorobots magnéticos controlados a distancia proporcionan una forma más precisa y segura de cerrar rápidamente los aneurismas cerebrales sin utilizar implantes – explica Zhou en un comunicado -. También pueden mitigar la laboriosa tarea de los cirujanos de introducir un microcatéter largo y delgado a través de redes complejas de vasos sanguíneos".

Los aneurismas se pueden formar en cualquier arteria del cuerpo. Cuando se forman en el cerebro, pueden estallar y provocar un derrame cerebral. Para idear una nueva solución para estos eventos peligrosos, Zhou y sus colegas desarrollaron nanorobots que miden solo 295 nanómetros de diámetro. A modo de comparación, un virus típico tiene unos 100 nanómetros de ancho y la mayoría de las bacterias miden en el rango de los 1.000 nanómetros.

Cada pequeño robot consta de un núcleo magnético, un agente coagulante llamado trombina que trata el aneurisma y un revestimiento que se derrite cuando se calienta ligeramente para liberar el medicamento. “Usando un campo magnético, los nanorobots pueden ser guiados hasta el aneurisma - añade Zhou -. Luego se utiliza calor concentrado para derretir el recubrimiento, liberar el fármaco y bloquear el aneurisma de la circulación sanguínea”.

Este calor se aplica con un campo magnético alterno, que esencialmente crea fricción alterando la alineación de las partículas expuestas al campo. La temperatura se mantiene por debajo de los 50 grados Celsius para que no dañe el tejido corporal. La idea es que los cirujanos cardiovasculares puedan liberar estos nanorobots en el torrente sanguíneo, hacia el aneurisma, utilizando un microcatéter. Esto evitaría que tengan que introducirse demasiado profundamente en los vasos finos del cerebro.

El equipo de Zhou evaluó primero la biocompatibilidad de los nanorobots en células humanas en placas de laboratorio. Un material biocompatible se puede introducir en tejidos vivos sin causar daño o efectos secundarios no deseados. También realizaron estudios preliminares con animales, tratando a tres conejos por aneurismas inducidos artificialmente en las arterias carótidas, que alimentan el cerebro y la cabeza.

“Descubrimos que los nanorobots podían ser guiados con éxito hasta el aneurisma en un entorno de intervención clínica y estabilizar un coágulo para luego bloquearlo por completo”, afirma Zhou.

Durante un período de seguimiento de dos semanas, los tres conejos se mantuvieron sanos, con coágulos estables que bloqueaban sus aneurismas. Estos coágulos no bloquean el suministro de sangre al cerebro, sino que cierran el punto débil del vaso para que no reviente.

De cara al futuro, la tecnología deberá probarse en animales más grandes que imiten mejor al cuerpo humano, concluye el estudio. También se deberá probar la seguridad y eficacia de los nanorobots en estudios a más largo plazo, para ver cómo afecta al cerebro después de un tiempo. En las pruebas con conejos, los aneurismas se encontraban a poca profundidad, por lo que el equipo también tendrá que mejorar el sistema de control magnético para guiar mejor a los robots hacia los aneurismas que se encuentran en las profundidades del cerebro.

 

¿Acaso no es esto de lo que habla Kurzweil, amigos? ¡Y en apenas dos meses!

¡Se viene la inmortalidad! ¡Y con ella se viene el rejuvenecimiento! Ni Gilgamesh, el legendario rey sumerio de Uruk que perseguía la inmortalidad, habría soñado con tanto.

¿No les parece maravilloso, queridos amigos?

A todo esto, les comento que muchas veces he recibido como respuesta a la pregunta:

-        ¿Te gustaría ser inmortal?

-        Nooo, ¿Para qué? ¡No creo que lo soportaría!

Me gustaría saber si, enfrentados a la posibilidad concreta de serlo, seguirían diciendo que no o se apresurarían a aceptar. Y ni hablar si la oferta viene acompañada del rejuvenecimiento.

Bien, queridos amigos, realmente sería una pena que la Parca llegue primero y nos perdamos esta magnífica posibilidad por tan poco tiempo. Como decimos los españoles: ¡Que no, que no!

Pero, no me iré, mentes curiosas, sin antes dejarles un video sobre la historia de Gilgamesh, narrada por Raquel de la Morena. Hela aquí:

https://www.youtube.com/watch?v=X8et2iqvrIY

Bien, me despedido, pero, no sin antes recordarles que: Si tienen un hijo, sobrino, nieto, o ustedes mismos a quien tienen que agasajar, qué mejor que regalarle mi libro de El Ajedrez de la B a la Q, Tomo I (no se demoren que ya viene el Tomo II), que podrán encontrar en Mi Librería:

Avenida España 1927 – Mendoza – Argentina.
Celular: +54 9 261 6321054
E-mail: consultas@milibreria.net
Web: www.milibreria.net

 

 

 


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