domingo, 7 de julio de 2024

Conjeturas, hipótesis, teorías.


La especulación o conjetura, es una forma filosófica de pensar para ganar conocimiento yendo más allá de la experiencia o práctica tradicional y enfocándose en la esencia de las cosas y sus primeros principios. Es decir, ante un hecho que se desea entender, se arriesga una explicación sin que haya hechos concretos que la apoyen. Se está haciendo una conjetura acerca de cuál podría ser la explicación de los tales hechos.

Una hipótesis, en cambio, sí se apoya en múltiples observaciones. Es una proposición provisional que se considera cierta de entrada, aunque aún no se haya podido probar, y que sirve como un primer paso en la investigación. Es un paso más avanzado respecto de las conjeturas, pero, puede resultar falsa, razón por la cual no evoluciona y no llega a desembocar en una teoría.

Y esta, la teoría, es el último paso. Se trata de una o unas hipótesis cuya validez ha sido demostrada y permiten entonces explicar o predecir el fenómeno sobre el que se especuló en un principio.

No escapará a su filoso entendimiento de ustedes, queridos amigos, el hecho de que la especulación es el eslabón más débil de esta cadena de especulación-hipótesis-teoría. ¿Por qué? Porque, al no haber hechos que la apoyen se puede conjeturar cualquier cosa como, por ejemplo: Las pirámides de Egipto fueron construidas por una civilización extraterrestre.

Sin embargo, hay que saber separar la paja del trigo. No toda especulación es producto de una mente calenturienta y hay algunas dignas de consideración pues han sido concebidas con la honesta intención de explicar un determinado fenómeno.

Y eso es lo que ahora vamos a ver. ¿Qué no es posible? ¡Todo es posible en el reinado de la mente! Todo es posible en la Dimensión Desconoc… Eeehhh, no ¡perdón!

Digo que les presentaré hoy una conjetura de alguien que merece respeto por su trayectoria que, al final, consignaré. Se trata de Raymond Kurzweil, que nos expondrá su conjetura de que los humanos se acercan rápidamente a la singularidad y a la inmortalidad gracias a la tecnología de los nanorobots

Esta solución nos ayudará a "superar por completo las limitaciones de nuestros órganos biológicos", afirma. Según sus cálculos, ya ha nacido la primera persona que vivirá mil años.

¡Interesante! ¿Verdad?

Durante más de cinco décadas, el científico futurista Raymond Kurzweil ha demostrado su pasión por entender cómo los ordenadores pueden cambiar nuestro mundo. Ahora está listo para ungir a los nanorobots como la clave que permitirá a los humanos trascender el umbral de vida de los 120 años.

Como escribió -tanto en el próximo libro The Singularity is Nearer (que salió a la venta el 25 de junio) como en un ensayo publicado en Wired, la fusión de la biotecnología con la inteligencia artificial llevará a que la nanotecnología ayude a "superar por completo las limitaciones de nuestros órganos biológicos".

Nuestro cuerpo acumula errores cuando las células se reproducen una y otra vez, lo que invita al daño. Esos daños pueden ser reparados rápidamente por los cuerpos jóvenes, pero no tanto cuando la edad se acumula.

"La única solución, sostienen los investigadores de la longevidad, es curar el propio envejecimiento", escribió Kurzweil. "En resumen, necesitamos la capacidad de reparar los daños del envejecimiento a nivel de células individuales y tejidos locales. Se están explorando varias posibilidades para lograrlo, pero creo que la solución definitiva más prometedora son los nanorobots".

Raymond Kurzweil

Sin embargo, para ponerlo en contexto, se trata de la visión del futuro de un solo hombre. Actualmente no existe ninguna tecnología que se acerque a lo que Kurzweil predice, ni hay ninguna garantía de que su visión se haga realidad. Pero tampoco hay garantías de que no vaya a ocurrir, al menos con el tiempo. ¡Cosas que verifica toda buena conjetura!

Kurzweil está de acuerdo con el gerontólogo biomédico Aubrey de Grey en que es probable que la primera persona que viva 1.000 años ya haya nacido. "Si la nanotecnología de 2050 resuelve suficientes problemas de envejecimiento para que las personas de 100 años empiecen a vivir hasta los 150, tendremos hasta 2100 para resolver los nuevos problemas que puedan surgir a esa edad", afirma Kurzweil. "Con la IA desempeñando un papel clave en la investigación para entonces, el progreso durante ese tiempo será exponencial".

Kurzweil admite que todas estas proyecciones pueden sonar "absurdas" ahora mismo, pero cree que hay "razones sólidas" para corroborarlo mediante nanorobots médicos. Cree que nanorobots con sensores a bordo, manipuladores, ordenadores, comunicadores e incluso fuentes de alimentación podrían funcionar en el torrente sanguíneo humano con el tamaño de una célula. Cada cuerpo podría necesitar varios centenares de miles de millones de nanobots para reparar y aumentar los órganos degradados.

"Controlando el suministro de estas sustancias vitales, ajustando sus niveles según sea necesario y manteniendo las estructuras de los órganos, los nanobots pueden mantener el cuerpo de una persona en buen estado de salud indefinidamente", escribió. "En última instancia, los nanobots podrán sustituir por completo los órganos biológicos, si es necesario o se desea".

No sólo prevé que los nanobots preserven las funciones normales y limiten el impacto del envejecimiento, sino que cree que podrían crear un cuerpo humano óptimo.

"Una vez que los nanobots puedan reparar o destruir células individuales de forma selectiva", afirma, "dominaremos por completo nuestra biología y la medicina se convertirá en la ciencia exacta a la que aspira desde hace tiempo".

                                          Nanobots

Pero vivir más no es lo único que Kurzweil cree que ocurrirá gracias a la tecnología. Según Kurzweil, a medida que crezca el campo de la nanotecnología, el papel de los nanobots en el cuerpo humano madurará con él. En algún momento, el cuerpo puede llegar a ser más de un 99,9% no biológico. Prevé una situación en la que la tecnología controle por completo la secuenciación del ADN, la capacidad de la IA para comprender el cuerpo humano solucione los problemas antes de que surjan, los nanocomputadores controlen el funcionamiento de nuestro cuerpo reescribiendo el ADN y controlando las células y (en algún momento) nuestra sangre y tejido cerebral sean sustituidos por nanobots que nos conecten directamente a las máquinas que nos controlan.

Kurzweil cree que en los años 2040 o 2050 habremos reconstruido nuestros cuerpos y cerebros mucho más allá de lo que conocemos hoy. "Cuando la nanotecnología despegue, seremos capaces de producir un cuerpo optimizado a voluntad", afirma. "Podremos correr mucho más rápido y durante más tiempo, balancearnos y respirar bajo el océano como los peces, e incluso dotarnos de alas funcionales si lo deseamos. Pensaremos millones de veces más rápido, pero lo más importante es que no dependeremos de la supervivencia de ninguno de nuestros cuerpos para sobrevivir".

Obviamente, y de acuerdo a lo expuesto al comienzo de esta nota: ¡Sólo el tiempo dirá si tiene razón!

Sin embargo, y como un primer paso a lo que nos anuncia Kurtzweil, les muestro a continuación una curiosa y extraña charla TED en la que el ingeniero Alex Luebke, cofundador e ingeniero de la startup Endiatx, se tragó una mini cápsula robótica equipada con una cámara y transmitió en vivo las imágenes del interior de su cuerpo.

La audiencia que seguía el evento desde el lugar, y quienes se conectaron para verlo por YouTube, se sorprendieron por la situación, mientras el médico Vivek Kumbhari, también en el escenario, manejaba el robot inalámbrico a través de un control similar a los de las consolas de videojuegos.

La cápsula, llamada Pillbot, es un poco más grande que una píldora convencional y está diseñada para ser ingerida fácilmente por el paciente. Una vez dentro del cuerpo, la cámara transmite imágenes de alta resolución del tracto digestivo, y permite a los médicos observar en detalle el revestimiento del esófago, el estómago y el intestino delgado.

Para moverse, el mini robot cuenta con micropropulsores que lo impulsan a través del interior del cuerpo. Además de cámaras y tecnología de comunicación inalámbrica para transmitir en tiempo real las imágenes que obtiene, tiene la capacidad de equiparse con sensores para medir distintas condiciones y enviar datos médicos a los científicos.

Más allá de lo disruptivo que pueda parecer ver a una persona tragarse en vivo un robot y que las imágenes del interior de su cuerpo se transmitan en vivo por internet a todo el mundo, esta innovación es un gran paso para la medicina que podría hacernos olvidar la era de las endoscopias invasivas y abrir las puertas a un diagnóstico por imagen más cómodo.

Véanlo ustedes mismos:

https://www.youtube.com/shorts/yjAj9Dh2fBA

Y, por último, una breve semblanza de Raymond Kurtzweil,

(Queens, Nueva York, 12 de febrero de 1948) es un inventor estadounidense, además de músico, empresario, escritor y científico especializado en Ciencias de la Computación e inteligencia artificial. Desde 2012 es director de Ingeniería en Google.

Experto tecnólogo de sistemas y de inteligencia artificial, es actualmente presidente de la empresa informática Kurzweil Technologies, que se dedica a elaborar dispositivos electrónicos de conversación máquina-humano y aplicaciones para personas con discapacidad y canciller e impulsor de la Universidad de la Singularidad de Silicon Valley. Raymond Kurzweil es un pionero de Ley de rendimientos acelerados e historia de la tecnología, el cambio acelerado es un incremento en la tasa de progreso tecnológico.

Bien, no quisiera terminar este interesante artículo sin mencionar dos cosas más, una anecdótica y la otra, testimonial.

La primera se trata de una prueba más de que la Ciencia Ficción suele adelantarse a la realidad. De hecho, hay una conocida frase que establece que: Si quieres conocer el futuro, lee Ciencia Ficción.

En este caso, me refiero a la película Viaje Fantástico; una película estadounidense de ciencia ficción producida por la 20th Century Fox, dirigida por Richard Fleischer, con música de Leonard Rosenman y estrenada por primera vez en los Estados Unidos en 1966. Abuelo me contaba de ella 😃

El Argumento es el siguiente: La Unión Soviética y los Estados Unidos han desarrollado la tecnología necesaria para disminuir los objetos de tamaño, pero el valor de estos hallazgos es limitado, pues después de un plazo de 60 minutos vuelven a su tamaño original.

El científico Jan Benes ha averiguado cómo conseguir que la duración del efecto sea ilimitada en el tiempo, pero como consecuencia de un intento de asesinato ha quedado en situación de coma por un hematoma cerebral.

Para salvar su vida, un equipo formado por Charles Grant (Stephen Boyd), el capitán y piloto Bill Owens (William Redfield), el doctor Michaels (Donald Pleasence), el cirujano Peter Duval (Arthur Kennedy) y su ayudante Cora Peterson (Raquel Welch) forman la tripulación de un submarino nuclear llamado Proteus que fue diseñado primitivamente para exploraciones oceánicas.

Raquel Welch

El submarino y su tripulación son reducidos de tamaño e introducidos en el torrente sanguíneo de Jan Benes, disponen de una hora para alcanzar los tejidos dañados del cerebro y lograr su curación antes de volver a su tamaño natural.

Sufren diferentes peripecias a lo largo de su recorrido por el interior del cuerpo humano, la ruta prevista inicialmente se ve alterada por la presencia de una fístula arteriovenosa que los obliga a atravesar el corazón y los pulmones antes de alcanzar su destino. Finalmente logran su objetivo y salen del cerebro siguiendo el trayecto del nervio óptico y alcanzando el exterior en las inmediaciones del ojo instantes antes de que finalizara el plazo previsto.

Como pueden ver, hace más de medio siglo que la Ciencia Ficción nos adelantaba el tema de la miniaturización.

Incidentalmente, les comento que está previsto que se ruede una nueva versión de esta película. Producida por James Cameron, esta nueva versión será en 3D y estará dirigida por Shawn Levy.

Y, en cuanto al aspecto testimonial, se trata de que, cuando he preguntado a conocidos si les gustaría vivir 1000 años, por ejemplo, casi siempre he obtenido de respuesta un Nooo, ¿Para qué tanto? No me interesa.

Ahora bien, ¿No será que esa respuesta está dictada por la actual inevitabilidad de la muerte? Digo yo, si a estos negacionistas un médico les dijera que les puede aplicar un tratamiento con el que vivirán mil años en salud, ¿Seguirían respondiendo que no…?

Bien amigos, hasta aquí el día de hoy.

Me despedido, pero, no sin antes recordarles que: Si tienen un hijo, sobrino, nieto, o ustedes mismos a quien tienen que agasajar, qué mejor que regalarle mi libro de El Ajedrez de la B a la Q, Tomo I, que podrán encontrar en Mi Librería:

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Ahora si, queridos amigos, llegados a este punto, me despido con un sonoro:

¡Hasta la próxima!


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