domingo, 30 de julio de 2023

Tres propuestas

 En la nota de hoy, estimados amigos, quiero tratar unos temas, por así decirlo, "municipales". Municipales porque hacen al desenvolvimiento de la sociedad en ese ámbito. Y son tres los que traigo hoy a la consideración de ustedes. Veamos:

1.- Lomos de burro, badenes y tachas.

Habrán observado ustedes el amplio despliegue de estos recursos para reducir la velocidad de los automotores por todas las ciudades.

Y bien, ¿Cuál es el problema con ellos, Martín?

El problema, tal como yo lo veo, es que iguala para abajo. Es decir, trata a los que cumplen con las normas de tránsito del mismo modo que a los que no las cumplen. En otras palabras, trata del mismo modo a los infractores y a los que manejan correctamente. Esto no me parece justo. ¿Por qué, quien cumple las normas tiene que soportar que sus cubiertas se dañen con las tachas y con los tornillos que quedan visibles cuando estas se rompen? ¿Por qué debe soportar que sus amortiguadores se dañen al pasar por badenes, o por lomos de burro.

Tachas

Y vos, ¿qué proponés, Martín?

Yo propongo eliminar todos estos artefactos de las calles y dejar el control en manos de policías de tránsito que paren al infractor y le apliquen la multa que corresponda. Inclusive, la quita de la licencia de conducir a los reincidentes un número determinado de veces. Esto permite que, quien cumple con las normas salga de su casa sin el temor de dañar su auto y, quien no cumple, sea penalizado.

2.- Tiempo de respuesta.

Se denomina así al tiempo que transcurre entre que los ojos ven algo, envían la información al cerebro, este la procesa y, finalmente toma una decisión que implica, normalmente, una acción a llevar a cabo.

Por ejemplo, un conductor, sorpresivamente, ve una niña delante de su auto que la va a chocar. Los ojos transmiten la información al cerebro, este la procesa y ordena a los músculos de la pierna que aprieten el freno. El tiempo en que se han llevado a cabo todas estas acciones se denomina tiempo de respuesta.

Bien, ¿de cuánto es el tiempo de respuesta?

Bueno, en un individuo normal, que no padece ninguna enfermedad debilitante, ni está bebido o drogado, el tiempo de respuesta oscila entre 0, 5 seg y 1 seg. Por supuesto que, un individuo que ha bebido tiene un tiempo de respuesta mucho mayor.

Pues bien, supongamos que un automóvil viaja a la reducida velocidad de 30 Km/h y, 5 metros delante de él aparece la niña de marras, sorpresivamente. Considerando un tiempo de respuesta normal, de 0,8 seg, ¿Puede evitar atropellarla el conductor, o no?

Sorprendentemente, el conductor recién empieza a apretar el pedal del freno luego de haber recorrido 6, 67 metros. Es decir, la atropelló. ¡Y ni siquiera está frenando todavía! ¡Y a la ridícula velocidad de 30 km/h!

Y, si el conductor llega a una esquina a 60 km/h y, en lugar de aminorar la velocidad sigue con la misma (Cosa que hacen muchos, pero muchos) y por la calle transversal viene otro automóvil con la misma velocidad y con rumbo de colisión y, supongamos que el punto de encuentro se encuentra a 10 metros de ambos, ¿pueden frenar a tiempo suponiendo el tiempo de respuesta de 0,8 seg?

Resuelto el cálculo correspondiente, sucede que necesitan 13,33 metros ¡PARA EMPEZAR A FRENAR! o sea que chocan inevitablemente.

Por esto, está bien la calificación que las compañías de seguro dan a estos choques: SINIESTROS. No son accidentes. Un accidente es algo sorpresivo e inesperado. El meteorito que extinguió los dinosaurios fue un accidente, algo que no se podía prever, un choque como el que acabo de relatar, no.

Y si ustedes se paran en una esquina verán, estimados, que solo unos pocos autos frenan al llegar a ella, otros siguen como vienen, ¡y otros aceleran!

Es más, la mayoría de los conductores desconoce estas matemáticas y creen, alegremente, que nunca les pasará nada...

De nuevo es necesario contar con una policía de tránsito que vele por el cumplimiento de las normas, por ejemplo, de que hay que aminorar la velocidad al llegar a la esquina.

3.- Multa por promover la ignorancia.

¿De qué se trata esto?

Pues, muy sencillo, yo propongo que se multe a quien exhiba letreros, avisos, pancartas, etc. al público, con errores de ortografía.

¿Por qué?

Porque está divulgando la ignorancia de las normas de correcta escritura. Quien ve un aviso con faltas puede habituarse a ello y creer que es lo correcto. No es lo mismo LIBRERIA que LIBRERÍA.

Estimulemos lo correcto, desalentemos lo incorrecto.

Bien, amigos, hasta aquí lo que quería comentar hoy.

¡Hasta la próxima!








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