Hace pocos días, queridos amigos, llegó a mi mesa de trabajo un artículo sobre un tema caro a mis intereses y que ya he tratado en otras ocasiones en este foro. Sin embargo, dada su importancia en el mundo de hoy, he considerado de valor dedicarle otra nota. Pero, comencemos por la nota de marras. La misma fue escrita por el sociólogo y politólogo Aldo Isuani. Vamos a por ella y a por las glosas que aportaré a algunos de sus párrafos:
Su derrota permitió el
surgimiento del mundo keynesiano y el inicio de una etapa de estabilidad y
progreso, pero su derrumbe a partir de los ‘70 del siglo pasado dio paso a
incertidumbres y fragilidades en buena parte del planeta. Y nuevamente aparecen
miradas que exaltan formas autocráticas de gobierno con fuertes críticas y
repudios a la política y los políticos, provocando un debilitamiento de los
sistemas democráticos.
En nuestra sociedad
este fenómeno viene desde hace largo tiempo con dictaduras militares que
llegaban alegando el propósito de erradicar la corrupción política, con
gobiernos fallidos a comienzos del siglo y el consabido “que se vayan todos”,
con difusión del voto castigo a quienes no respondían a las expectativas ciudadanas
y, más cercanamente, con diatribas hacia “la casta”.
Se da por supuesto en
gran parte de la sociedad, que en la política predominan personajes ineptos y
corruptos en una proporción mayor a la que existe en otras instituciones
sociales y aun cuando ello pudiera ser cierto es, a mi juicio, el menosprecio
de la política una de sus causas fundamentales.
Debe tenerse en cuenta
que las sociedades no tienen los políticos que se merecen sino los que se le
parecen. Ineptitud y corrupción no son patrimonio exclusivo de la política.
Interesante el racconto
histórico que realiza Isuani y ver cómo la desilusión que provoca el mal
funcionamiento de los sistemas democráticos conlleva un aumento de la
popularidad de los sistemas autocráticos donde haya que marchar derechito, sin
margen para desordenes ni mal funcionamiento. Y aparece el enojo del pueblo
cuando sus representantes no satisfacen sus expectativas. De ahí el “que se
vayan todos” y las diatribas hacia “la casta”.
Pero, lo más importante
es el remate de este tramo cuando Isuani, muy certeramente, nos dice: Debe
tenerse en cuenta que las sociedades no tienen los políticos que se merecen
sino los que se le parecen. Ineptitud y corrupción no son patrimonio exclusivo
de la política.
O sea, los políticos, “la
casta” política no es algo ajeno a la sociedad de donde proviene, es más, es un
reflejo de la sociedad de donde proviene. Tengamos presente, entonces, que, al
marcar lo defectos de la clase política, estamos marcando los de la sociedad en
general.
Continúa Isuani:
Surge además la
contradicción de una sociedad que demanda soluciones de quienes desprecia y
considera incapaces. Por ejemplo, se conmina a los responsables a resolver
temas como la inflación o la criminalidad, pero con la difundida creencia de
que hay incapacidad o falta de voluntad para ello. “No saben, no pueden o no
quieren” está escrito en el sambenito que cargan. También se sostiene que
coimas y diezmos son la moneda común en las transacciones entre economía y
política.
Con toda la parcial
verdad que pueda encerrar esta extendida creencia, ella paradójicamente sabotea
las posibilidades de que el sistema político de respuesta adecuada a grandes y
pequeños problemas. Veamos como ejemplo uno de los desafíos acuciantes
actuales: la inseguridad que expresan la criminalidad y el narcotráfico.
No parece creíble que
surjan políticos capaces, honrados y al mismo tiempo valientes para enfrentar y
dar soluciones a estos dramas asumiendo riesgos personales y familiares cuando
deben soportar además el rechazo y la desconfianza de la sociedad. Es absurdo
pensar que personas honestas y preparadas se sometan a tan altos riesgos cuando
perciben el rechazo de quienes son los beneficiarios de la insalubre tarea.
La trágica consecuencia
de ello es la ausencia de solución para los problemas que se pretenden
resolver.
Muy claros los
conceptos de Isuani que continúa diciéndonos:
Resultados positivos de
la labor estatal difícilmente sean posibles de ser alcanzados solo presionando
a quienes ocupan la función pública. No se obtienen soluciones solo empujando
al político y menos soluciones se obtienen cuando el apoliticismo se convierte
en un valor difundido.
En una sociedad como la
nuestra con enormes dificultades para resolver los problemas graves que nos
afectan, no creo que haya respuestas positivas y eficaces sin un importante
número de personas con verdadera vocación para dedicarse a lo público, personas
provenientes de organizaciones políticas con la capacidad suficiente para
hacerse cargo de lo que hay que solucionar.
Hemos experimentado en
nuestra historia liderazgos mesiánicos como para saber que no es el camino para
mejorar y no es aconsejable persistir en hábitos que nos conduzcan a destinos
oscuros.
Las soluciones están en
mejores partidos y política; en más gente decidida a abrazar lo público para resolver
problemas de todos; de muchas organizaciones sociales, sistemas escolares y
medios de comunicación que insten a valorar y participar de la política en
lugar de despreciarla o ridiculizarla. La recuperación y revalorización de la
buena política es esencial para evitar el enorme riesgo de que solo los
inescrupulosos accedan al control de lo público.
Y este es un punto
central, que ya hemos tratado en este foro, pero que no me cansaré de repetir:
La democracia es una forma de gobierno que EXIGE LA PARTICIPACIÓN DEL PUEBLO.
Por ejemplo, ¿Creen ustedes que una persona que es elegida para presidente de
mesa en una elección de autoridades y lo primero que hace es tratar de “zafar”
de dicha responsabilidad, es un demócrata? O bien, ¿Creen ustedes que un pueblo
que solo vota cada cuatro años y no tiene ninguna otra participación, como
podría ser pedir audiencia a un diputado o senador para presentarle una
necesidad o un proyecto, es un pueblo democrático (la mayoría ni siquiera sabe
que puede hacer esto)? O bien, ¿Creen ustedes que un votante que no investiga la plataforma de los partidos y el "pedigree" de los candidatos, es un demócrata?
¡No, claramente no
hablamos de demócratas!
Y, sin embargo, ese
mismo pueblo critica amargamente a sus políticos por no hacer nada, ¡cuando ese
mismo pueblo no hace nada!
¡Ha aparecido el
apoliticismo!, como lo llama Isuani.
Como dice Isuani, las
sociedades no tienen los políticos que se merecen sino los que se le parecen. Y
esto es muy importante para reflexionar.
Y, justamente
reflexionando sobre esto, vuelven a mi mente las palabras de Cayo Salustio
Crispo, que viéramos en la nota De conductores y conducidos, con las que
el romano pone los puntos sobre las íes:
La mayoría no
quiere la libertad, solo quiere tener un amo justo.
O sea, ¿Yo ocuparme de
la cosa pública (res publica, remember?)? ¡No, por favor! Yo estoy cómodo en mi
casa. Para ocuparse de la cosa pública (res publica, remember?) están los
políticos. ¡Que lo hagan ellos! Y si no lo hacen son unos inútiles e ineptos.
O sea, la democracia se
transforma en el gobierno de los representantes del pueblo, no del pueblo. Este
último es el que crea la grieta entre la clase política y él.
La palabra clave,
estimados amigos es PAR-TI-CI-PA-CIÓN.
Esta inacción de los
pueblos dados a la molicie y a la comodidad es lo que genera la falla de muchos
sistemas democráticos. Y es allí donde ganan terreno los autócratas,
prometiendo orden y funcionamiento a un pueblo envilecido por el desgano y la
no participación.
Y, ¿qué quieren que les
diga, queridos amigos? No hay que descartar las autocracias pues pueden ser la
manera de salir de dicha inacción y preparar las democracias con sistemas
educativos como el que planteé en la mencionada nota De conductores y
conducidos del 31 de enero de 2022.
Isuani remata su
interesante nota con los siguientes párrafos:
El papel de los medios
de comunicación es central en esta tarea. Develar actos de corrupción y de
ineptitud de quienes tienen responsabilidad en el Estado es algo indeclinable.
Pero quizás también mostrar más frecuentemente las buenas decisiones, los
aciertos y los logros de miembros de la “casta”.
Por ello, quiero
finalizar esta nota con un homenaje a esos políticos que, a pesar de los
fuertes vientos en contra, no desmayan en trabajar por el mejor país que
sueñan. Que soportan las asperezas del conflicto político con todo el dolor y
la frustración que frecuentemente acarrea, que no se recluyen en la comodidad
del hogar, que ven frecuentemente invadida su intimidad, que estudian, se
preparan y desean fervientemente un mejor país para ellos, sus hijos y todos
nosotros; que quieren devolvernos el orgullo de ser argentinos, que desean un
país respetado y admirado internacionalmente.
Existen, conozco varios
de ellos y los admiro. Para todos esos verdaderos héroes, salud.
Resumiendo, queridos
amigos, podemos decir que, si la democracia está “interpretada” por usuarios
que desconocen los roles que deben jugar en ella, no funcionará y el error más
común es echarle la culpa a los políticos o también al propio sistema, cuando
la realidad es que estamos pretendiendo que los actores sigan una coreografía
de la que desconocen los pasos…
¡¡¡BOLETÍN 161!!!
La dirección electrónica desde donde podrán bajar el nuevo número del Boletín de Novedades en la Ciencia y en la Tecnología, el 161.
https://www.dropbox.com/scl/fi/y32y22ipww6qxatl9tfdv/CyT-161.docx?dl=0&rlkey=rytnnwghv8jeywehisdbkgvh7
Recuerden que, la manera de operar es copiando el enlace y pegándolo en la ranura de direcciones, luego Enter.
El número 161 del Boletín trae artículos muy interesantes, como:
ANTROPOLOGÍA - El primer beso entre amantes
ARQUEOLOGÍA - Utilizo un robot para restaurar los frescos destrozados de Pompeya
ASTRONOMÍA - Comprar terrenos en la Luna y otros astros: Una mirada a la legalidad
COMPUTACIÓN - Idean un nuevo sistema de voto electrónico resistente a ataques informáticos
COMPUTACIÓN Y MEDICINA - Descubrimiento, mediante inteligencia artificial, de un medicamento contra una bacteria farmacorresistente
GENÉTICA - El genoma humano en mayor profundidad que nunca antes
...y muchos más. ¡Disfrútenlo y hasta la próxima!
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