domingo, 26 de marzo de 2023

Del fracaso de la democracia - 4

Bien, queridos amigos, tal como dejamos dicho la nota anterior, discutiremos en esta las diferencias de la democracia griega con la moderna democracia. Como nos dice Sabine, si bien los problemas de aquella no dejaban de tener analogías en el presente, no fueron nunca idénticos a los problemas modernos, y el aparato ético que se valoraba y criticaba la vida política difería mucho del que hoy prevalece.

Existe la obvia diferencia entre la democracia directa de la ciudad-estado y la democracia representativa actual. Hay que reconocer, sin embargo, que la democracia directa en países con enormes extensiones y millones de habitantes, no es una opción sencilla ni fácil de implementar. En cambio, en la ciudad-estado, con poca extensión y escasa cantidad de habitantes, si lo era.

Acrópolis de Atenas

Pero, lo que más impacta, a mi modo de ver, es el grado de participación que tenía el ciudadano de la ciudad-estado en el manejo de la cosa pública. Desde los demos, el Consejo y los tribunales, el ciudadano podía ser elegido miembro activo de la conducción de su ciudad-estado.

Esto contrasta, tremendamente con la indiferencia indolente del ciudadano de nuestra democracia que cree que su participación en el manejo de la cosa pública consiste en votar cada cuatro años… ¡Y ya!

Y aquí está el quid de la cuestión, la democracia pretende ser el gobierno del pueblo y esto, difícilmente, se logrará con una participación esporádica, cada cuatro años.

Por supuesto que, habrá muchos que me dirán: “Martín, a mi no me gusta involucrarme en política”. El punto está en que verlo así es encarar mal el tema: ¡No se trata de un gusto, se trata de una obligación!

Vivir en una sociedad implica tener que atender los problemas comunes, es decir, los que afectan a todos. No hacerlo sería similar a casarse y no preocuparse por el sostén y el buen funcionamiento de la familia.

Es más, esta desidia lleva a que aparezca una muy peligrosa grieta entre los que participan y los que no. Los primeros, sintiéndose los únicos responsables de la cosa pública, terminan por considerarla como propia. De allí vienen los conocidos problemas de corrupción. En cuanto a los segundos, a los que no se preocupan, terminan por desentenderse del tema y dejan las manos libres a los primeros para que hagan lo que deseen con lo que es de todos.

¡Participación, queridos amigos!

Participación es la clave para que un sistema democrático funcione. No es la única, pero es la clave.

¿Y cómo puede lograrse el tal objetivo?

Con todos los defectos que pueda tener, creo que la educación es fundamental para ello. La Educación Democrática, me refiero.

¿Y por qué?

Porque, en la compleja sociedad moderna es difícil estar al tanto de los derechos y las obligaciones de un ciudadano que contribuyan a que el sistema funcione. Se necesita una preparación, una educación en la vida de una sociedad democrática.

Así las cosas, voy a recordar lo que ya escribí en la nota De conductores y conducidos, del 31 de enero de 2022.

Mi propuesta, se basa, ¡Dónde sí no!, en la antigüedad clásica. Platón dedicó atención a escribir sobre los juegos infantiles, ya que pensaba que tenían una gran importancia para moldear la personalidad y el desarrollo del talento individual. Recomendó, por ejemplo, que un niño que en el futuro tuviese que ser campesino o albañil practicase con juguetes relacionados con su actividad como adulto. Por su parte, Aristóteles recomendaba que los niños, en sus juegos, "imitasen las actividades serias de la vida futura".

 Con esto en mente, propongo que, tanto en la escuela primaria como en la secundaria, se haga vivir al formando en un ambiente que emule la realidad que vivirá como adulto en la sociedad.

Yendo a lo concreto, al ingresar a la escuela primaria, el formando ingresa a una comunidad que, en todo, se parece a la sociedad en la que se desenvolverá de adulto. Por ejemplo, hay asuntos de justicia que tratar: Un niño golpeó a otro, le respondió mal a una maestra, se comportó mal en clase, etc. Todo esto podría pasar por tribunales “internos”, compuestos por los alumnos más “veteranos” de la escuela secundaria, donde algunos ejercerían de jueces, otros de fiscales y otros de defensores. Para lo cual es necesario estudiar el reglamento de conducta del establecimiento que se usará en la toma de decisiones. En el caso de los “abogados” litigantes, deberán conocer de Oratoria, Reglamentos, Jurisprudencia, etc. Es decir, no se trata de dar opiniones personales, sino argumentos fundamentados. Obviamente, algunos formandos se sentirán más atraídos que otros por el área Judicial y de ellos se nutrirá el sistema. Serán, probablemente, los que el día de mañana estudiarán Abogacía. El Rector del establecimiento podría representar la figura de Suprema Corte de Justicia, encargado de fallar en última instancia sobre los temas en litigio.

Desde luego que no se llega a ser juez apenas entrando al primer año de la primaria. Se debe recorrer un camino de perfeccionamiento y formación para ello. Una buena forma es que los menores trabajen, por ejemplo, en los “bufetes” de los mayores, ordenando, preparando información y todo tipo de tarea interna que favorezca el desempeño de los “abogados” mayores, familiarizándose así de las tareas que cumplirán más adelante.

Habrá, seguramente, otros, que quizás más adelante serán ingenieros, que dispondrán de un predio de la escuela donde poder aprender las tareas del oficio: Preparar adobe, hormigón, instalaciones eléctricas, etc. Siguiendo desde luego el mismo esquema de ascenso escalonado: Serán “obreros” primero, luego “capataces”, luego “maestro mayor de obra”, etc., a medida que van creciendo en edad y conocimientos. Es de hacer notar que un formando con inclinación hacia la ingeniería formará parte de un jurado alguna vez (menos que quien sienta inclinación por ello), como forma de cumplir con su obligación de hacerse cargo de la “cosa pública”. Así también, un formando con inclinaciones jurídicas, alguna vez trabajará con madera o construirá un gallinero, por ejemplo.

Es de resaltar, también, que los adultos cumplen en este esquema una función de disparadores del aprendizaje y de supervisión, pero el contacto directo con los formandos lo tienen los alumnos que, por edad y conocimientos están en condiciones de guiarlos. Esto estimula, sin duda, la responsabilidad, dado que se tiene “personas a cargo”.

Habrá quienes se interesen por el porqué y el cómo de las cosas y ellos serán llevados desde temprano a los laboratorios de Física y Química donde se les mostrarán experiencias que les hagan alcanzar en ese objetivo. Son los que aportarán, en un juicio, por ejemplo, las razones, los por qué, las causas.

Y así, por supuesto, con todas las asignaturas que el formando necesita recorrer en su formación. Sin embargo, es interesante detenerse en algunos aspectos que hacen a la gestión de la comunidad escolar del establecimiento. ¿Qué Organismo tomará las decisiones que hacen al alumnado? Por ejemplo, si se va a organizar una salida de verano, un baile para recaudar fondos, si se le va a pedir a algún conferencista que diserte sobre algún tema particular, si se va a legislar sobre los modos y conductas dentro del establecimiento permitiendo algunos y censurando otros, etc.

Tomando el modelo de los atenienses, que contaban con el Consejo de los 500, encargado de marcar el rumbo de Atenas y que se componía de 500 atenienses adultos y libres, elegidos por sorteo, se podría replicar en la escuela dicho sistema y elegir el Consejo de los 30, por ejemplo, entre los alumnos de tercero a quinto año, con una duración de un semestre en el cargo y reemplazo de un tercio de los miembros al cabo de dicho plazo.

En otras palabras, se trata de cambiar el paradigma de una escuela empacadora de conocimientos por otra donde estos son adquiridos por el formando viviendo las situaciones de donde se desprenden. Se pretende, no solo mejorar la enseñanza de todas las materias, pero también (y especialmente) la de la Instrucción Cívica o, mejor aún, Instrucción Republicana. Se pretende que el formando crezca haciéndose cargo de los problemas de la comunidad en que vive (la escuela, inicialmente), para que luego no encuentre ajeno el manejo de la Rēs pūblica. El ejercicio de la vida republicana en la escuela, dará al formando una familiaridad y un conocimiento de sus derechos y obligaciones que le permitirá, de adulto, moverse como pez en el agua en el manejo de la Rēs pūblica. 

Esto, desde luego, es un cambio profundo que debe comenzar, seguramente por preparar a directivos, docentes y padres para impulsarlo y llevarlo a cabo. Sin embargo, lo importante no es si es profundo o no, sino si es útil o no.

Ahora bien, en alguna de las notas anteriores, de cuyo nombre no puedo acordarme, he planteado que, cómo puede ser que para adquirir una licencia de conducir haya que hacer un curso, rendir un examen de manejo y completar análisis clínicos y, en cambio, para ser diputado o senador (o presidente, ministro, etc.) de la nación no haya ningún tipo de requerimientos. Es más, para ser ciudadano solo hace falta cumplir una cierta cantidad de años.

¡No, queridos amigos! Eso no funciona.

¿Cómo? Que, ¿qué propongo yo?

Pues, que para acceder a la condición de ciudadano de un país se deba obtener una “licencia de ciudadano” y, no solo eso, sino que con una periodicidad de, digamos, cinco años. Y, para ello, habría que obtener análisis sicológicos y rendir un examen en el que, el aspirante, es colocado en una situación real de una sociedad y debe resolverla con el objetivo de obtener el mayor bien público. Desde luego que, al igual que los cursos de manejo, deberán estar disponibles para el aspirante cursos de ciudadanía para cursar antes de rendir el examen.

No me cabe duda, estimados amigos, que se trata de un cambio profundo. Sin embargo, creo que sus beneficios superan largamente las dificultades de su implementación.


¡¡BOLETÍN DE NOVEDADES EN LA CIENCIA Y EN LA TECNOLOGÍA!!

La dirección electrónica desde donde podrán bajar el nuevo número del Boletín de Novedades en la Ciencia y en la Tecnología, el 158.

https://www.dropbox.com/scl/fi/q1e5pfsf4po57s5pm59e6/CyT-158.docx?dl=0&rlkey=njzuws7zu7eiwn7vul3bhxbqm

 Recuerden que, la manera de operar es copiando el enlace y pegándolo en la ranura de direcciones, luego Enter.

El número 158 del Boletín trae artículos muy interesantes, como:

AGRICULTURA - Siempre nos quedarán las arañas

ASTRONOMÍA - Seis galaxias con una masa imposible para su época

BIOLOGÍA - Desvelando secretos del gusano al que le puede volver a crecer cualquier parte de su cuerpo

BIOLOGÍA - La técnica del bebé con tres padres podría crear bebés con riesgo de enfermedad grave

MEDICINA - Desarrollan un test de sangre que detecta el cáncer de próstata con una precisión del 94%

NEUROLOGÍA - Expertos de Harvard alertan sobre las devastadoras consecuencias de no dormir lo suficiente

...y muchos más. ¡Disfrútenlo y hasta la próxima!

 

 

 

  

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