Bien amigos, como quedamos en la nota anterior,
vamos a despiezar el populismo, tomando como base la biografía de Publio Clodio
que allí viéramos.
Punto número uno:
A mediados del siglo I a.n.e., este Publio Clodio se ganó el favor de la empobrecida plebe y se rodeó de un poderoso ejército urbano que desató el terror en Roma.
En este párrafo, distinguimos dos aspectos importantes del populismo:
1.1.- Todo populista que se precie de tal, debe aspirar a ganarse el favor de los pobres. Y esto por dos motivos:
1.1.1.- En la pirámide social, los pobres son los más abundantes, no así la élite gobernante que representa una minoría de la sociedad. De modo que el populista aspira a que quienes lo apoyan sean los más.
1.1.2.- Normalmente, los pobres son los menos instruidos, ergo, son los más fáciles de engatusar con promesas y dádivas.
1.2.- Todo populista que se precie de tal debe rodearse de un ejército, constituido por las bases que lo apoyan, con el cual atemorizar a sus rivales de la élite gobernante e imponer sus criterios. Esto es así porque, si bien la clase alta es minoritaria, es la que ostenta el poder, de modo que es necesario equiparar fuerzas.
Punto número dos: Ya
desde su juventud Clodio destacó por sus infames hazañas, que le
granjearon una cierta reputación entre las clases más bajas de la ciudad.
Su irreverencia y atrevimiento lo convirtieron en una especie de noble renegado
para el pueblo, y por tanto afín a sus aspiraciones de conseguir una
sociedad más justa.
He aquí el clásico
discurso del populista: La culpa de los males de la sociedad la tiene la
aristocracia gobernante que se aprovecha de los desvalidos pobres. Pero, él, el
populista, ha venido a establecer una sociedad más justa en la cual todo el
mundo pueda ser feliz. Ha venido a conseguir la justicia social.
Punto número tres: Sin
embargo, aún le quedaba un camino alternativo: renunciar a su apellido patricio
para convertirse en plebeyo y poder así acceder al Tribunado de la Plebe,
magistratura en la que podría proponer leyes para ganarse al pueblo y
apoderarse de la ciudad.
Todo buen populista
busca un puesto, en la estructura social, desde el cual pueda agrandar su
imagen para cuando decida saltar al poder. Por ejemplo, la Secretaría de
Trabajo y Previsión, que le permitirá acercarse a la masa trabajadora y ganarla
para sí.
Creados como defensores del pueblo ante el Senado los tribunos se habían convertido en una herramienta para manipular a la plebe en la lucha por el poder. Grabado de Vecellio Cesare 1860.
Nuevamente, hay dos
puntos a considerar aquí:
4.1.- La dádiva, item
fundamental del populismo que permite comprar votos y voluntades. Clodio
utilizó la entrega de granos gratuita. Lo mismo sirve entregar planes sociales
en dinero. Con esto se logra la dependencia de las bases hacia el populista.
Sin duda ustedes
recuerdan la diatriba de Juvenal a sus conciudadanos, que viéramos en notas
anteriores, en la que les recrimina haber dejado de participar en política (cosa
dable de esperar en una república, que significa “cosa pública”) y preocuparse
solo de obtener panem et circenses, “pan y juegos de circo”.
Por poner un ejemplo,
recuerden ustedes que un gobierno argentino otorgó subsidios (panem) y obligó a
que el programa de TV Fútbol para todos, hasta entonces pago, fuera
gratis (circenses).
4.2.- Impulsar medidas que
coarten la acción de los enemigos políticos es una obvia consecuencia de la
lucha por el poder.
Punto número cinco: Finalmente,
y a fin de consolidar el capital político que había adquirido restauró
los collegia, asociaciones populares que en muchos casos eran la fachada
legal de organizaciones criminales. Así tras granjearse el favor de la
plebe se rodeó de un poderoso ejército urbano con el que controlar las
votaciones futuras.
Los collegia se
convierten, hoy en día, en las organizaciones gremiales, coto de caza de todo
populista, que proveen soldados para la causa. Como prueba de ello, la nota
sobre Clodio dice: Para asegurarse de que la ley saliera adelante Clodio
desplegó a sus matones, que zarandearon e intimidaron a los ciudadanos
durante toda la votación.
Como podemos ver,
estimados amigos, Clodio podría haber nacido en estos tiempos sin ningún
problema. Con el agravante de que, en estos tiempos, dos problemas agravan la
situación:
1.- Hay mucha más
población, lo que agudiza la violencia y
2.- Hay armas mucho más
poderosas lo que la agudiza aún más.
Bien, para finalizar,
les dejo la opinión de Gustavo Segré sobre el tema que estamos tratando.
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