El destino tenía otros planes para él.
Pero, ya en la antesala de la muerte Reguera nos dejó este sentido y bello lamento en el que nos dice que se le hace la noche en la mitad de la tarde, que no quiere volverse sombra, que quiere ser luz y quedarse...
QUIERO SER LUZ
(Zamba)
Se me está haciendo la noche
en la mitad de la tarde,
no quiero volverme sombra,
quiero ser luz y quedarme.
Me fui quemando en la noche
siguiendo la misma senda,
siempre atrás de una guitarra,
apagué la última estrella.
No sé qué dicha busqué,
qué quimera,
qué zamba me quitó el sueño,
qué noche mi primavera.
Hoy me pongo a pensar,
sólo converso en silencio,
me miran los ojos de antes,
viejos de ausencia y de tiempo.
La misma mirada siempre
de aquellos años tan lejos,
por fin me duermo en la noche
que alumbra el lucero viejo.
No sé qué dicha busqué,
qué quimera,
qué zamba me quitó el sueño,
qué noche mi primavera.
Daniel Reguera
Daniel ¨Reguera (A la derecha)
Un año y medio después, en febrero de 1965, Atahualpa Yupanqui le dedicó este bello soneto:
Si una guitarra triste me dijera
Que no quiere morir entristecida,
Me pondría a rezar sobre su herida
Con tal de recobrar su primavera.
Si un trovador me pidiera
Un poquito de luz para su vida,
Toda la selva en fuego convertida
Para su corazón yo le ofreciera.
Mas, de poco valió la proclamada
Pujanza de mi anhelo, si callada
La muerte te llevó, Daniel Reguera.
Pasa tu zamba por la noche oscura,
Y el eco de tu voz en la llanura
Sigue buscando luz y primavera.
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