domingo, 26 de mayo de 2024

Acerca de la consciencia - 2 - Addendum

En la nota de este blog, del 12 de diciembre de 2022, titulada Acerca de la consciencia – 2, expresé cuál era mi hipótesis de trabajo para explicar el fenómeno de la consciencia, llegando a la conclusión de que no existe imposibilidad teórica para que se presente en cualquier cerebro, ya sea biológico o electrónico.

Mostré casos paradigmáticos como el de la gorila Koko que presentaba un grado de pensamiento notable. Para recordar a la simpática Koko les dejo este link para un recorrido de su vida:

https://www.youtube.com/watch?v=selmjrhGr60&t=261s

Hablé también allí del caso de los delfines que también muestran un comportamiento inteligente.

Sin embargo, para justificar el addendum que figura en el título, les traigo hoy dos historias por demás interesantes, que hacen al tema que estamos tratando.

La primera es una historia fascinante. Se trata de un estudio que se llevó a cabo recientemente, en el sitio de investigación Suaq Balimbing en Indonesia, que es un área protegida de selva tropical que alberga aproximadamente 150 orangutanes de Sumatra en peligro crítico, el hecho lo relata Isabelle Laumer del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, primera autora del estudio: "Durante las observaciones diarias de los orangutanes, notamos que un macho llamado Rakus había sufrido una herida en la cara, probablemente durante una pelea con un macho vecino”.

Tres días después de la lesión, Rakus arrancó selectivamente hojas de una liana de nombre común Akar Kuning (Fibraurea tinctoria), conocida por sus efectos antibacterianos, antiinflamatorios, antifúngicos y antioxidantes y las masticó para extraer su savia y aplicarla sobre la herida durante varios minutos como un ungüento. Como último paso, cubrió completamente la herida con las hojas masticadas de manera similar a un apósito médico.

Los investigadores siguieron el proceso de curación y notaron que la herida se cerró en cinco días sin signos de infección.

“Esta y otras especies de lianas relacionadas que se pueden encontrar en los bosques tropicales del sudeste asiático son conocidas por sus efectos analgésicos y antipiréticos y se utilizan en la medicina tradicional para tratar diversas enfermedades, como la malaria. Los análisis de compuestos químicos vegetales muestran la presencia de furanoditerpenoides y alcaloides de protoberberina, que se sabe que tienen actividades antibacterianas, antiinflamatorias, antifúngicas, antioxidantes y otras actividades biológicas relevantes para la cicatrización de heridas", dice Laumer.

Las observaciones realizadas durante los días siguientes no mostraron ningún signo de infección de la herida y después de cinco días la herida ya estaba cerrada. "Curiosamente, Rakus también descansó más de lo habitual cuando resultó herido. El sueño afecta positivamente la cicatrización de heridas, ya que durante el sueño aumentan la liberación de la hormona del crecimiento, la síntesis de proteínas y la división celular’, explica.

Como todo comportamiento de automedicación en animales no humanos, el caso reportado en este estudio plantea preguntas sobre cómo de intencionales son estos comportamientos y cómo surgen. "El comportamiento de Rakus parecía ser intencional ya que trató selectivamente su herida facial en la mejilla derecha, y ninguna otra parte del cuerpo, con el jugo de la planta. El comportamiento también se repitió varias veces, no solo con el jugo de la planta sino también más tarde con material vegetal más sólido hasta que la herida estuvo completamente cubierta. Todo el proceso llevó una cantidad de tiempo considerable", afirma Laumer.



¡Curioso! ¿Verdad?

Y difícil de explicar diciendo que se trata solo del instinto. Acá se percibe un comportamiento inteligente de alguien que sabe lo que hace.

Y, como si esto fuera poco, tenemos a los cuervos que presentan habilidades de conteo que anteriormente solo se veían en personas

Los córvidos son los primeros animales que no sean humanos que se sabe que producen un número deliberado de llamadas.



Los cuervos han deslumbrado a los científicos con su capacidad para contar sus llamadas.

Los cuervos conocen sus números. Un experimento ha revelado que estas aves pueden contar sus propias llamadas, mostrando una habilidad numérica que anteriormente solo se veía en las personas.

Investigar cómo los animales entienden los números puede ayudar a los científicos a explorar los orígenes biológicos de las habilidades numéricas de la humanidad, dice Giorgio Vallortigara, neurocientífico de la Universidad de Trento en Rovereto, Italia. Poder producir un número deliberado de vocalizaciones en el momento justo, como lo hicieron las aves en el experimento, “es en realidad un logro muy impresionante”, señala.

Andreas Nieder, fisiólogo animal de la Universidad de Tübingen en Alemania y coautor del estudio publicado el 23 de mayo en Ciencias, dice que fue sorprendente ver cuán cognitivamente flexibles son estos córvidos. “Tienen fama de ser muy inteligentes e inteligentes, y lo demostraron una vez más”.

Los investigadores trabajaron con tres cuervos carroñeros (Corvus corone) que ya había sido entrenado para graznar órdenes. Durante los siguientes meses, a las aves se les enseñó a asociar señales visuales — una pantalla que muestra los dígitos 1, 2, 3 o 4 — con el número de llamadas que se suponía que debían producir. Más tarde también se les presentaron cuatro señales auditivas que estaban asociadas con un número distinto.

Durante el experimento, las aves se pararon frente a la pantalla y se les presentó una señal visual o auditiva. Se esperaba que produjeran el número de vocalizaciones asociadas con la señal y picotear una tecla ‘enter’ en el monitor con pantalla táctil cuando se hicieron. Si lo hacían bien, un alimentador automático les entregaba pellets y lombrices de comida con semillas como recompensa.

Estaban en lo correcto la mayor parte del tiempo. “Su desempeño fue mucho más allá del azar y muy significativo”, dice Nieder.

Los investigadores también se dieron cuenta de que podían predecir la próxima cantidad de llamadas de cuervos en función del sonido de la primera llamada, lo que sugiere que las aves planificaron la cantidad de llamadas por adelantado. “Esto indica que realmente es un proceso controlado cognitivo”, dice.

Lo que están haciendo los cuervos no es lo que los humanos entienden como conteo “verdadero”, lo que requeriría una comprensión simbólica de los números, señala Vallortigara. Pero podría ser un precursor evolutivo de esa habilidad. Agrega que este tipo de investigación abre la puerta a la comprensión de los mecanismos neuronales asociados con estas habilidades y los aspectos únicos de cómo los humanos entienden los números. Incluso tiene implicaciones para el estudio de los trastornos cognitivos asociados con los números, como la discalculia.

O sea, podemos ver que el comportamiento consciente-inteligente no es exclusivo de los humanos, si bien estos presentan su grado más elevado.

Y entonces Martín, ¿Qué hay del alma?

Pues, como les dije en la nota mencionada, adopto como método de trabajo el “principio de economía o navaja de Ockham” de William of Ockham (c.1285 - 9 de abril de 1347) que reza de la siguiente guisa:

1. No postular la existencia de identidades innecesarias para la explicación. En ningún momento de todo lo expuesto se ha hecho necesario apelar al concepto de alma, ergo no lo utilizo.

2. Tratar de explicar lo desconocido en términos de lo conocido. Como primer paso. Si no se logra, entonces hay que escalar en complejidad.

3. Normalmente la explicación más simple es la mejor.

Como conclusión, entonces, me queda que la consciencia-inteligencia, el pensar, el autopercibirse es el resultado del funcionamiento propio del cerebro, de su estructura, cantidad de neuronas, cantidad de interconexiones entre ellas, componentes y nada más. No hay, ni se necesita, el auxilio de entidades inmateriales de las que no se tiene ninguna constancia.

Por lo tanto, ¿Vos crees, Martín, que habrá robots conscientes al nivel humano o aún más elevado?

Si, creo.

Para finalizar, les dejo una pequeña biografía de Guillermo de Ockham:

Fue un filósofo, lógico, teólogo y fraile franciscano inglés, conocido principalmente por ser el representante más destacado del nominalismo frente a las escuelas tomistas; por la Navaja de Ockham, un principio metodológico e innovador y por sus obras significativas en lógica, medicina y teología.

                

Oriundo de Ockham, un pequeño pueblo de Surrey, Inglaterra, fue miembro de la Orden Franciscana y dedicó la vida a la pobreza extrema. Su doctrina fue sospechada de herejía por las autoridades eclesiásticas al cuestionar muchos postulados de la teología tradicional, como la compatibilidad de la fe con la razón y la posibilidad de demostrar la existencia de Dios. Ockham también atacó los cimientos de la autoridad temporal del papa en sus escritos políticos, uniéndose al emperador Luis IV de Baviera en la lucha contra la Santa Sede. Murió a los 62 años, a causa de la peste negra.

Bien, no me queda sino despedirme, pero, no sin antes recordarles que: Si tienen un hijo, sobrino, nieto, o ustedes mismos a quien tienen que agasajar, qué mejor que regalarle mi libro de El Ajedrez de la B a la Q, Tomo I, que podrán encontrar en Mi Librería:

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Ahora si, queridos amigos, llegados a este punto, me despido con un sonoro:

¡Hasta la próxima!







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