domingo, 9 de julio de 2023

Panem et circenses

El tema de esta nota, queridos amigos, surge de una conversación que tuve con una amiga y lectora de este blog acerca de la gran diversidad de cosas que el humano cree, muchas serias y profundas y otras muchas poco serias y superficiales. Lo que no es fácil de encontrar es a un humano que no tenga ninguna creencia, sea en lo que sea.

Y entonces, uno se pregunta por qué y, además, qué consecuencias tiene dicha conducta en la sociedad. Hoy quiero exponer a la consideración de ustedes las inesperadas consecuencias que puede acarrear la tal conducta. Y, concretamente, quiero referirme a las consecuencias en el plano político.

Veamos. Consideremos las primeras formas de gobierno de la historia, las de los imperios egipcio, acadio, hitita, asirio, babilonio, persa, macedonio y sumerio.

¿Cómo se estructuraba la sociedad?

Pues, en la cima había un rey o emperador, luego las clases altas, constituidas por sacerdotes y militares y abajo, bien abajo, el pueblo.

En estos imperios, el pueblo no tenía ni voz ni voto y su función era obedecer ciegamente las directivas emanadas desde el emperador-dios.

Luego tenemos un despertar en política, como en todo lo demás, con los griegos. Por primera vez en la historia el pueblo es tenido en cuenta y no solo eso, es el encargado de gobernar. La democracia.

La democracia griega era una forma de organización social y política que atribuía la titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía. En sentido estricto, la democracia era un tipo de organización del Estado en el cual las decisiones colectivas eran adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa.

Por primera vez, el pueblo ostentaba el poder. ¡Y de que forma!

Luego, los romanos vivieron una época de República, heredada de los griegos, pero volvieron después, con el Imperio, a ser regidos por un conductor supremo.

Sin embargo, ni aún en el Imperio se abandonó al pueblo. Por ejemplo, en el Senado romano existía la figura del tribuno de la plebe, encargado de salvaguardar los intereses del mismo.

Sin embargo, dada la vastedad del Imperio y las variadas etnias que lo componían no era sencillo escuchar a todos en sus reclamos y necesidades. De manera que, ¿Qué hacer con el pueblo?

Pues, no tardó en aparecer una solución al problema de qué hacer con el pueblo para que no interfiera con la acción de gobierno. La misma es la que el poeta Juvenal menciona en su sátira X, cuyo texto viéramos en la nota De Conductores y Conducidos del 31 de enero de 2022.

Panem et circenses. Pan que se repartía gratis (la annona) para mantenerlo calmado y que no haya agitación social, manteniendo al pueblo en sus casas y juegos de circo para desviarlo de la conducción del Imperio y tenerlo aturdido con ellos.

Nótese que este sistema de tratar al pueblo se ha mantenido a lo largo de la historia en todos los lugares del planeta. A modo de ejemplo, consideremos el caso de la Argentina bajo el gobierno del presidente Néstor Kirchner:

· La annona fueron los planes sociales y

· Los juegos de circo fue el programa de TV Fútbol para todos que era pago y fue declarado gratis por el gobierno.

Así pues, vemos una tendencia a separar al pueblo de la acción de gobierno ocupándolo en otras cosas de modo que “no moleste”. Veremos, más adelante, que esto derivó en multitud de otras formas, algunas de ellas muy peligrosas.

Lo que no se debe dejar de lado es que este sistema de separar al pueblo cuenta con la inconsciente colaboración de éste pues, tal como viéramos en la mencionada nota De Conductores y Conducidos, ya hay quienes nos han advertido que:

“Son pocos los que prefieren la libertad,
la mayoría prefiere un amo justo”

Cayo Salustio Crispo

O Maquiavelo que nos recuerda que:

"El que engaña siempre encontrará
personas dispuestas a ser engañadas"

Ahora bien, en cuanto a la pregunta, ¿Por qué la mayoría de los hombres no querría la libertad?, podemos comenzar por escuchar al moralista y pensador francés Michel de Montaigne quien nos advierte que:

…estoy convencido que es más fácil
y más satisfactorio seguir que conducir…

Y la más dura sentencia nos la dejó Voltaire cuando dijo:

…la verdadera razón (de que se deje el poder en manos de otro) se encuentra en que raramente los hombres son dignos de gobernarse por sí mismos.

Voltaire

Es decir, mientras yo tenga qué comer y en qué divertirme, que otro se haga cargo de la difícil y tediosa tarea de conducir…

Pero, sigamos con la historia. En la Edad Media, visto lo difícil que es mantener a todo el mundo contento, se retornó al sistema del macho alfa, el rey o el emperador, con las consabidas clases altas de sacerdotes y militares… ¡y los siervos de la gleba! Es decir, el pueblo fue nuevamente reducido a la nada.

Sin embargo, está claro que, con el crecimiento de la población y de la cultura aparecieron aquí y allá ideas de que este sistema de dejar el pueblo fuera de las decisiones, debía terminar. Y así llegamos al 5 de mayo de 1789 en que da inicio la Revolución Francesa. Un conflicto social y político, con diversos períodos de violencia, que convulsionó a Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras naciones de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como el Antiguo Régimen.

Si bien después de que la Primera República cayó tras el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, y la organización política de Francia durante el siglo XIX osciló entre república, imperio y monarquía constitucional, lo cierto es que la revolución marcó el final definitivo del feudalismo y del absolutismo en el país,​ y dio a luz un nuevo régimen donde la burguesía, apoyada en ocasiones por las masas populares, se convirtió en la fuerza política dominante. La revolución socavó las bases del sistema monárquico transformándolo en ilegítimo.

La Revolución francesa marca el inicio de la Edad Contemporánea sentando las bases de la democracia moderna. Abrió nuevos horizontes políticos basados en el principio de la soberanía popular, que será el motor de las revoluciones posteriores.

Y así, queridos amigos, pareció que se volvía al ideal griego de la democracia, pero…

Pero persistía el problema de cómo gobernar cuando en el pueblo unos quieren ir hacia el sur, otros hacia el norte, otros al noreste, otros al sursureste y, más grave aún, otros ni siquiera se interesan para dónde ir mientras tengan que comer (la annona).

Y entonces, se volvió al sistema de panem et circenses. El pan sigue siendo las dádivas del Estado pero, los juegos de circo han adquirido múltiples y variadas formas, algunas de ellas, perversas.

Veamos, para mantener al pueblo ocupado en otras cosas que no sean la acción de gobierno (dejando así las manos libres a los gobernantes), se instalan en la sociedad diversos temas que incluyen el leguaje inclusivo, el aborto, los derechos de la mujer, el colectivo LTGB, la transexualidad, la autopercepción, etc.

De este modo se ofrece al pueblo diversas opciones tras las cuales embanderarse de modo de mantenerlo ocupado en otras cosas que no sean la acción de gobierno.

Pero, hablé de opciones perversas, ¿Cuáles serían?

Pues, hay una que me preocupa especialmente y es la droga. Déjenme que lo ponga de la siguiente manera:

El 2 de enero de 2020, EE.UU. mató en un ataque relámpago en Irak a Qasem Soleimani, el alto mando militar iraní que Teherán consideraba un héroe en vida y al que EE.UU. acusaba de la muerte de “cientos” de sus ciudadanos.

La operación, según el Pentágono, “está destinada a disuadir futuros planes de ataque de Irán”.

Es decir, el país del norte puede eliminar a un héroe de un país rival sin dar cuentas a nadie. Y tácitamente diciéndole a Irán: ¡Chist, y calladitos! ¿Eh?

Por otro lado, EE.UU. tiene claro conocimiento de quienes son y dónde están en cada momento los jefes mejicanos de la droga. Sin embargo, no toma ninguna medida contra ellos. Pudiendo hacerlo tranquilamente pues los puede acusar de la muerte de “cientos” de sus ciudadanos, como a Soleimani.

También podría tomar medidas mucho más enérgicas para evitar la comercialización de la droga en su territorio y no lo hace. Por ejemplo, la famosa avenida Kensington, en Filadelfia, es un muestrario de drogadictos que viven en sus veredas, drogándose continuamente. Véanlo ustedes mismos.

https://www.youtube.com/watch?v=racU3prPeiU

Una respuesta podría ser que no lo hace porque es un negocio del que saca partido. No me convence mucho esta respuesta porque, en ese caso, es más caro el collar que el perro.

Me convence más la posibilidad de que sea otra forma de tener al ciudadano “fuera de acción” y solo tomar medidas contundentes si el tema se sale de cauce.

Analicemos lo que ocurre en la avenida Kengsinton. Tenemos tres actores del drama en ella: Los drogadictos que, como zombis se mueven por sus veredas, los vendedores de la droga que se encuentran en los automóviles estacionados en la dicha avenida y la policía que la recorre.

Y uno se pregunta dos cosas:

1.- ¿Para qué está la policía si no detiene a los vendedores que ejercen una actividad ilícita?

2.- ¿Qué función cumple entonces?

La respuesta a la primera pregunta es que no detienen a los vendedores porque interesa que ese sector de la población que se droga continúe haciéndolo y no moleste la acción de gobierno.

Y la respuesta a la segunda pregunta es que está allí para evitar que la cosa se desmadre y se produzcan severas trifulcas.

Ahora, el año pasado la sobredosis de droga cobró 100.000 muertes en EE.UU. y este año la cifra va en aumento. Cuando el número llegue a ser peligroso, recién ahí, actuará la policía
.

¡Quién sabe si, teniendo a un genio de la propaganda en sus filas, como era Joseph Goebbels, el sentimiento antijudío azuzado por los nazis no fue otro de estos juegos de circo!

Pero entonces, Martín, ¿vivimos una ficción de democracia?

Pues, saque cada cual sus conclusiones. De cualquier forma, volviendo a leer las sentencias de Voltaire, Salustio, Montaigne y Maquiavelo se puede concluir que no toda la culpa es del que está arriba…

                    ¡¡¡BOLETÍN 161!!!


La dirección electrónica desde donde podrán bajar el nuevo número del Boletín de Novedades en la Ciencia y en la Tecnología, el 161.

https://www.dropbox.com/scl/fi/y32y22ipww6qxatl9tfdv/CyT-161.docx?dl=0&rlkey=rytnnwghv8jeywehisdbkgvh7

Recuerden que, la manera de operar es copiando el enlace y pegándolo en la ranura de direcciones, luego Enter.

El número 161 del Boletín trae artículos muy interesantes, como:


ANTROPOLOGÍA - El primer beso entre amantes

ARQUEOLOGÍA - Utilizo un robot para restaurar los frescos destrozados de Pompeya

ASTRONOMÍA - Comprar terrenos en la Luna y otros astros: Una mirada a la legalidad

COMPUTACIÓN - Idean un nuevo sistema de voto electrónico resistente a ataques informáticos

COMPUTACIÓN Y MEDICINA - Descubrimiento, mediante inteligencia artificial, de un medicamento contra una bacteria farmacorresistente

GENÉTICA - El genoma humano en mayor profundidad que nunca antes


...y muchos más. ¡Disfrútenlo y hasta la próxima!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Del odio entre clanes

En 1945, el general Dwight D. Eisenhower, comandante supremo de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, al encontrar a las víctimas de los...