domingo, 18 de diciembre de 2022

Discrepancias

 

Queridos amigos, antes de iniciar la presente nota, debo hacer una aclaración pertinente. El tema que voy a tratar hace a la esfera íntima de cada uno, por ello, lejos está de mi la falta de respeto por dicha intimidad o querer convencer a alguien, que opine diferente, de que está equivocado. La intención de esta nota es compartir con ustedes mis propias dudas, reflexiones y análisis sobre el tema que aquí se trata, pero, repito, sin querer convencerlos de nada. Solo quiero compartir con ustedes experiencias de mi viaje personal...

Bien, ¡vamos a por ellas!

Recuerdo que, siendo niños, recibíamos lecciones de Religión, en el Colegio, que solían darse en la Iglesia. Un sacerdote nos llevaba allí y nos transmitía la Doctrina Católica. 

En alguna de esas lecciones, se nos inculcó que la Biblia, como palabra de Dios que es, no está para ser interpretada, sino que está para ser obedecida. Se nos dijo, además: ¡Ay, de aquel que cambiare una sola coma de ella! ¡Su condenación eterna, será segura!

Más aun, se nos dijo que el error del protestantismo era, precisamente, el querer interpretar lo que dice la Biblia porque, nuevamente, ésta no está para ser interpretada, sino obedecida. La razón para este aserto es categórica: Si la Biblia es la palabra de Dios, está claro que no puede el hombre pretender cambiar o interpretar, o adecuar a circunstancias lo que taxativamente ha expresado Aquel.

Ahora bien, llegados a este punto, creo que cabe la siguiente pregunta: La Biblia, ¿es realmente la palabra de Dios?

Porque, si no lo es, no hay más que hablar y aquí terminó la nota.

Y no quiero ser yo quien conteste esa pregunta. Me interesa que sean los propios católicos quienes lo hagan.

Así pues, he tomado la opinión al respecto de la página de Internet Got Questions. Veamos lo que dice:

https://www.gotquestions.org/Espanol/Biblia-Palabra-Dios.html

  Nuestra respuesta a esta pregunta no solamente determina cómo consideramos la Biblia y su importancia en nuestras vidas, sino que también ésta, a la larga, va a tener un impacto eterno sobre nosotros. Si la Biblia es realmente la Palabra de Dios, entonces nosotros deberíamos apreciarla, estudiarla, obedecerla y finalmente confiar en ella. Si la Biblia es la Palabra de Dios, entonces, rechazarla es rechazar a Dios mismo.

  El hecho de que Dios nos dio la Biblia, es una evidencia e ilustración de Su amor por nosotros. El término "revelación" simplemente significa que Dios comunicó a la humanidad cómo es Él y cómo podemos tener una correcta relación con Él. Estas son cosas que no podríamos haber conocido si Dios divinamente no nos lo hubiera revelado por medio de la Biblia. Aunque la revelación de Dios mismo en la Biblia fue dada progresivamente durante 1500 años aproximadamente, siempre ha contenido todo lo que el hombre ha necesitado para conocer acerca de Dios, a fin de tener una correcta relación con Él. Si la Biblia es realmente la Palabra de Dios, entonces esta es la última autoridad para todos los asuntos de fe, práctica religiosa y moral.

  La pregunta que debemos hacernos es, ¿cómo podemos saber que la Biblia es la Palabra de Dios y no solamente un buen libro? ¿Qué es excepcional acerca de la Biblia que se destaca de todos los otros libros religiosos alguna vez escritos? ¿Hay alguna evidencia de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios? Este es el tipo de preguntas que deben ser consideradas si vamos a examinar seriamente la afirmación bíblica de que la Biblia es la misma Palabra de Dios, divinamente inspirada, y totalmente suficiente para todos estos asuntos de fe y práctica.

  No puede haber duda acerca del hecho de que la Biblia afirma ser la misma Palabra de Dios. Esto se ve claramente en versículos como 2ª de Timoteo 3:15-17, el cual dice, "…y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra".

  A fin de contestar estas preguntas, debemos mirar tanto a las evidencias internas, como a las externas, que muestran que la Biblia en realidad es la Palabra de Dios. Las evidencias internas son aquellas cosas internas de la Biblia misma, que testifican de su origen divino. Una de las primeras evidencias internas, de que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios, la podemos ver en su unidad. Aunque en realidad son sesenta y seis libros individuales, escritos en tres continentes, en tres diferentes idiomas, durante un período de aproximadamente 1.500 años, por más de 40 autores de diferentes condiciones sociales, la Biblia permanece como un libro unificado de principio a fin, sin contradicción. Esta unidad es única a diferencia de los otros libros, y es una evidencia del origen divino de las palabras que Dios hizo que los hombres registraran.

  Otra de las evidencias internas que indican que la Biblia es realmente la Palabra de Dios, son las profecías contenidas en el interior de sus páginas. La Biblia contiene cientos de profecías detalladas relacionadas al futuro de naciones particulares incluyendo Israel, al futuro de ciertas ciudades, y al futuro de la humanidad. Otras profecías se refieren a la venida de Uno que sería el Mesías, el Salvador de todos los que creyeran en Él. A diferencia de las profecías encontradas en otros libros religiosos o aquellas dadas por hombres como Nostradamus, las profecías bíblicas son extremadamente detalladas. Hay más de trescientas profecías concernientes a Jesucristo en el Antiguo Testamento. No solo fue profetizado dónde nacería y cuál sería Su linaje, sino también cómo moriría y cómo resucitaría. Simplemente no hay una manera lógica para explicar las profecías cumplidas en la Biblia sino por origen divino. No hay otro libro religioso con el alcance o tipo de profecía predictiva que contiene la Biblia.

  Una tercera evidencia interna del origen divino de la Biblia es su autoridad y poder únicos. Aunque esta evidencia es más subjetiva que las dos primeras, no es un testimonio menos poderoso del origen divino de la Biblia. La autoridad de la Biblia es diferente a cualquier otro libro jamás escrito. Esta autoridad y poder se ven mejor en la manera en que innumerables vidas han sido transformadas por el poder sobrenatural de la Palabra de Dios. Los adictos a las drogas han sido curados gracias a ella, los homosexuales han sido liberados por ella, los abandonados y haraganes han sido transformados por ella, los criminales endurecidos, reformados por ella, los pecadores son reprendidos por ella, y el odio se ha convertido en amor al leerla. La Biblia posee un poder dinámico y transformador que sólo es posible porque es verdaderamente la Palabra de Dios.

  También hay evidencias externas que indican que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios. Una es la historicidad de la Biblia. Ya que la Biblia detalla eventos históricos, su veracidad y precisión son sujetos de verificación como cualquier otro documento histórico. A través de evidencias arqueológicas y otros documentos escritos, se ha comprobado una y otra vez que los relatos históricos de la Biblia son exactos y verdaderos. De hecho, toda la evidencia arqueológica y manuscrita que apoyan a la Biblia, hacen de ésta el mejor libro documentado del mundo antiguo. El hecho de que la Biblia registra con exactitud y verdad eventos históricamente verificables, es un gran indicio de su veracidad cuando se trata de temas religiosos y doctrinas, y ayuda a corroborar su afirmación de que ésta es, la mismísima Palabra de Dios.

  Otra evidencia externa de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios, es la integridad de los autores humanos. Como se mencionó anteriormente, Dios usó a hombres de muchas condiciones sociales para registrar Sus Palabras. Al estudiar las vidas de estos hombres, los encontramos honestos y sinceros. El hecho de que estuvieron dispuestos a morir (a menudo muertes atroces) por lo que creían, atestigua que estos hombres ordinarios, no obstante, honestos, realmente creyeron que Dios les había hablado. Los hombres que escribieron el Nuevo Testamento y muchos otros cientos de creyentes (1ª Corintios 15:6), conocían la verdad de su mensaje porque habían visto y pasado tiempo con Jesucristo luego de que resucitó de los muertos. Ver al Cristo resucitado tuvo un impacto tremendo sobre estos hombres. Ellos pasaron de esconderse por el temor, a estar dispuestos a morir por el mensaje que Dios les había revelado. Sus vidas y muertes testifican el hecho de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios.

  Una evidencia externa final de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios, es la indestructibilidad de la Biblia. A causa de su importancia y su pretensión de ser la Palabra misma de Dios, la Biblia ha sufrido más ataques agresivos e intentos de destruirla que cualquier otro libro en la historia. Desde los emperadores romanos de la antigüedad como Diocleciano, pasando por los dictadores comunistas, hasta los ateos y agnósticos de hoy en día, la Biblia ha resistido y sobrevivido a todos sus agresores, y todavía es el libro más ampliamente publicado en el mundo hoy.

  A través del tiempo, los escépticos han considerado la Biblia como mitológica, pero la arqueología la ha confirmado como histórica. Los opositores han atacado su enseñanza como primitiva y anticuada, pero sus conceptos y enseñanzas morales y legales han tenido una influencia positiva en las sociedades y culturas en todo el mundo. Continúa siendo atacada por la pseudociencia, la psicología y los movimientos políticos, pero sigue siendo tan veraz y relevante hoy como lo era cuando se escribió por primera vez. Este es un libro que ha transformado innumerables vidas y culturas a lo largo de los últimos dos mil años. Por mucho que sus oponentes traten de atacarla, destruirla o desacreditarla, la Biblia permanece; su veracidad y su impacto en las vidas es inconfundible. La precisión con la que ha sido preservada a pesar de cada intento de alterarla, atacarla o destruirla, es un claro testimonio del hecho de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios y está sobrenaturalmente protegida por Él. No debería sorprendernos que por muy atacada que sea la Biblia, ésta siempre aparece intacta e incambiable. Después de todo, Jesús dijo, "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Marcos 13:31). Después de mirar la evidencia, uno puede decir sin duda que, sí, la Biblia es realmente la Palabra de Dios".

 

Bien, habiendo dejado en claro que, para los católicos, la Biblia ES LA PALABRA DE DIOS, quiero ahora enfocarme en un minidiálogo del primer libro-entrevista del Papa Francisco, titulado “El nombre de Dios es Misericordia”, que es el resultado de una serie de diálogos entre él y el vaticanista italiano Andrea Tornielli, en un vuelo a Brasil en el año 2013, al ser consultado sobre el tema.

  Tornielli: ¿Puedo preguntarle sobre su experiencia como confesor de homosexuales? En la conferencia de prensa en el vuelo de retorno (a Roma) de Río de Janeiro usted dijo la famosa frase: ¿Quién soy yo para juzgar?

  Papa Francisco: En aquella ocasión dije esto: Si una persona es gay y busca al Señor y está dispuesto a ello, ¿Quién soy yo para juzgarla? Estaba parafraseando de memoria el Catecismo de la Iglesia Católica en donde se afirma que estas personas deben ser tratadas con delicadeza y no deben ser marginadas. Me alegra que hablemos sobre las personas homosexuales porque antes que nada viene la persona individual en su totalidad y dignidad. Y la gente no debe ser definida solo por sus tendencias sexuales: No olvidemos que Dios ama a todas sus criaturas y que estamos destinados a recibir su amor infinito. Prefiero que los homosexuales acudan a la confesión, que estén cerca del Señor y que recemos todos juntos. Se les puede pedir que recen, mostrarles buena voluntad, mostrarles el camino y acompañarlos en el mismo”.

A mayor abundamiento, digamos que, en 2020, se estrenó el documental "Francesco" en el Festival de Cine de Roma. Su estreno se convirtió en noticia luego de que el papa Francisco alentara la aprobación de leyes de unión civil para parejas homosexuales.

“Las personas homosexuales tienen derecho a estar en familia, son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie, ni hacer la vida imposible por eso”, dijo el Papa en el filme.

“Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente”, adhirió sobre las uniones civiles de las parejas homosexuales.

Tales las declaraciones de Francisco que aparecen en “Francesco”. La película, dirigida por el ruso Evgeny Afineevsky, aborda el alcance pastoral del Papa hacia quienes se identifican como LGBT.

 Muy bien, resumamos lo visto hasta ahora:

1.- La Biblia, como palabra de Dios que es, no está para ser interpretada, sino que está para ser obedecida.

2.- ¡Ay, de aquel que cambiare una sola coma de ella! ¡Su condenación eterna, será segura!

3.- Si la Biblia es la palabra de Dios, está claro que no puede el hombre pretender cambiar o interpretar, o adecuar a circunstancias lo que taxativamente ha expresado Aquel.

  4.- Si una persona es gay y busca al Señor y está dispuesto a ello, ¿Quién soy yo para juzgarla?

  5.- Estaba parafraseando de memoria el Catecismo de la Iglesia Católica en donde se afirma que estas personas deben ser tratadas con delicadeza y no deben ser marginadas.

 6.- La gente no debe ser definida solo por sus tendencias sexuales.

 7.- Se les puede pedir que recen, mostrarles buena voluntad, mostrarles el camino y acompañarlos en el mismo”.

 Llegados a este punto, creo oportuno, entonces, ver qué dice la Biblia (cuya palabra es palabra de Dios, no olvidemos) con respecto a la homosexualidad:

 Veamos:

 Levítico 18:22, “No te echarás con varón como con mujer; es abominación”.

 Levítico 20:13, “Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre”.

 Deuteronomio 23:17, “No haya ramera entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel”.

 Jueces 19:16-24 Es otro pasaje largo que demuestra las acciones pervertidas de un grupo de benjamitas que querían violar en grupo a un hombre. Sus actos fueron condenados como sumamente malos.

 Reyes 14:24, “Hubo también sodomitas en la tierra, e hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que el Señor había echado delante de los hijos de Israel”.

 Reyes 15:11-12, “Asa hizo lo recto antes los ojos del Señor, como David su padre. Porque quitó del país a los sodomitas y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho”.

 Reyes 22:43-46, “Y anduvo Josafat en todo el camino de Asa su padre sin desviarse de él, haciendo lo recto ante los ojos del Señor […] barrió también de la tierra el resto de los sodomitas que había quedado en el tiempo de su padre Asa”.

 Reyes 23:3-7, “Y poniéndose el rey en pie junto a la columna, hizo pacto delante de Jehová, de que irían en pos de Jehová y guardarían sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo el corazón y con toda el alma, y que cumplirían las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto. […] Además derribó los lugares de prostitución idolátrica que estaban en la casa de Jehová, en los cuales tejían las mujeres tiendas para Asera.”

NUEVO TESTAMENTO

 Romanos 1:26-27, “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.”

 Corintios 6:9, “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones”.

 Timoteo 1:9-10, “Conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros y para cuanto se oponga a la sana doctrina”.

 Judas 7, “Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”.

 Es muy posible que el término fornicario empleado en Efesios 5:5, Hebreos 13:4, Apocalipsis 21:8 y 22:15 se refiera al pecado de la homosexualidad. En los cuatro casos citados, los fornicarios sufrirán bajo la ira feroz del Todopoderoso debido a su inmoralidad sexual.

 Vemos, pues, que hay una notoria diferencia entre lo que dice la Biblia y lo que sostiene un gran grupo de católicos entre los que se encuentra Francisco:

 - Se les puede pedir que recen, mostrarles buena voluntad, mostrarles el camino y acompañarlos en el mismo.

 - Levítico 20:13, Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.

 También notamos una notoria diferencia entre lo que dice Francisco que dice el catecismo y lo que dice la Biblia:

 - Estaba parafraseando de memoria el Catecismo de la Iglesia Católica en donde se afirma que estas personas deben ser tratadas con delicadeza y no deben ser marginadas.

 - Levítico 20:13, Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.

 Yo sé que muchos de ustedes me dirán:

 - Martín, no podemos, en pleno siglo XXI, andar matando gente por la calle por ser homosexual.

 - Entonces, les contesto, quiere decir que hemos tenido que adecuar lo que dice Dios en la Biblia (no olvidemos que Él la dicta) al paso de los tiempos. Y, entonces, ¿Qué queda de aquello de:

 -         1.- La Biblia, como palabra de Dios que es, no está para ser interpretada, sino que está para ser obedecida.

 -         2.- ¡Ay, de aquel que cambiare una sola coma de ella! ¡Su condenación eterna, será segura! ?

¿No era que: Si la Biblia es la palabra de Dios, está claro que no puede el hombre pretender cambiar o interpretar, o adecuar a circunstancias lo que taxativamente ha expresado Aquel?.

 Por otra parte, si el catecismo afirma (como dice Francisco) que los homosexuales deben ser tratados con delicadeza y no deben ser marginados, ¿No significa esto que el catecismo dice lo contrario a lo que dice la Biblia, como hemos visto? Y, en ese caso, ¿Vale más lo que dice el catecismo que lo que dice la Biblia…?

 Lo que sigue es el texto de un mail, relacionado con lo que estamos discutiendo, que yo enviara tiempo atrás y que hace al tema que estamos tratando:

 Es verdaderamente curioso, o al menos así me lo parece, que, habiendo establecido claramente el galileo iniciador del culto católico que: Mateo 19, 23-30: Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el reino de los cielos, su vicario en esta Tierra, o sea su representante, viva en el fasto y el boato en que lo hace en el Vaticano. Además, la corporación católica maneja millones y millones de dólares en todo el mundo, amén de ser propietaria de ingentes cantidades de hectáreas en todo el planeta.
 ¿Acaso expiró la validez de la sentencia del Maestro, o se trata, simplemente, de que sus seguidores hicieron caso omiso de ella?

 Al respecto, recuerdo cuando recorríamos con mi esposa la catedral de Toledo y fuimos llevados a un recinto donde pudimos ver el objeto más importante que se guarda en la capilla del Tesoro: La gran custodia de Enrique de Arfe que elaboró entre 1517 y 1524. Es de traza gótica arcaizante y de una gran belleza arquitectónica. En un principio se labró en plata, pero en 1594 el arzobispo Quiroga mandó que se dorase.


La custodia tardó siete años en elaborarse y su coste superó los quince millones de maravedíes, de los que Arce recibió, además de los 2700 reales estipulados, un aguinaldo de 2500 maravedíes que el cabildo, impresionado por su trabajo, le entregó en la Navidad de 1523.

 La custodia está armada con la ayuda de 12.500 tornillos que la sujetan, 5.600 piezas diversas y 260 figurillas. Se emplearon 183 kg de plata más 18 de oro.

  Tiene planta hexagonal. Se va elevando en columnillas que están primorosamente ejecutadas, con adornos en pedrería y variadas figuritas de ángeles, santos, florones, campanitas y espigas. El conjunto se cierra en el último cuerpo donde está colocada una cruz del siglo XVI. La peana sobre la que se sustenta es barroca del siglo XVIII. En todo el conjunto puede verse la parte más antigua que corresponde al núcleo central donde está la custodia. Esta custodia (en oro puro) fue hecha en Barcelona por el orfebre Jaume Aimerich (Jaime Alberique), a finales del siglo XV con el primer oro que Cristóbal Colón trajo de América. Fue un encargo de Isabel la Católica para su uso privado devocional. Cuando murió la reina sus albaceas hicieron cumplir varias mandas testamentarias para lo cual tuvieron que vender parte de sus pertenencias entre las que se encontraba esta custodia. La compraron los canónigos de la catedral de Toledo hacia 1505 y años más tarde fue cuando a instancias del cardenal Cisneros decidieron ampliarla con la gran obra de Enrique de Arfe.

¿Y respecto de esta otra enseñanza? Habéis oído que se dijo: AMARÁS A TU PRÓJIMO y odiarás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque Él hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.Mateo 5:44

O sea, hay que amar HASTA al enemigo, no solo al prójimo, sino que, también, al enemigo. ¿Cómo entender, entonces, la institución de la Santa Inquisición, que privaba de la libertad, torturaba cruelmente y ejecutaba, ni siquiera al enemigo, sino al que opinaba distinto de lo que lo hacía la santa iglesia católica? Porque, ¿Qué era el hereje sino alguien que opinaba diferente a lo que sostenía la iglesia en temas en los que esta se arrogaba la más absoluta autoridad?

¡Ah, estimados cofrades! ¡Cómo me hubiera gustado escuchar la voz del galileo, digamos en 1300, respecto de en qué había devenido su iglesia!


 Bien, hasta aquí la nota de hoy que, repito, no tiene el ánimo de polemizar y mucho menos el de convencer a nadie. Es solo una muestra de cómo fue mi propia experiencia en el tema de la religión.

Cabe la aclaración de que no me molesta, en absoluto, la homosexualidad (los argumentos que he presentado podrían dar a entender eso). Si me molesta la persona escandalosa, sea homosexual o heterosexual.

 Y ya sobre el final, les traigo, nuevamente, esta noticia: La dirección electrónica desde donde podrán bajar el Boletín de Novedades en la Ciencia y en la Tecnología 155.
 Hela aquí: https://www.dropbox.com/scl/fi/u0itfaman0yc2tnfed9zw/CyT-155.docx?dl=0&rlkey=scr86ini1vlosfurzi52jahmq
 Recuerden que, la manera de operar es copiando el enlace y pegándolo en la ranura de direcciones, luego Enter.

 Y, ahora si, los saludo: ¡Hasta la próxima!



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Del odio entre clanes

En 1945, el general Dwight D. Eisenhower, comandante supremo de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, al encontrar a las víctimas de los...