Así es, estimados amigos, como reza el título de esta nota, me decidí por un intermedio musical en el que pudiéramos disfrutar de alguno de los grandes de la música popular. De entre los muchos que podía elegir, me incliné por uno que de ninguna manera está olvidado, pero si, no tan frecuentemente visitado. Me refiero al brillante y singular baterista de jazz Gene Krupa.
A continuación, tienen
una breve biografía de Krupa que he tomado de EcuRed para conocerlo más a fondo
y, posteriormente, un link para verlo en acción en una obra que a mí me gusta
mucho y que lo muestra en todo su esplendor. Se trata de Sing, sing, sing, que
interpretara con su grupo en el famoso show de Ed Sullivan.
Vamos a por él.
Trayectoria
Inicios
El joven Gene se inició
muy pronto en la música, pues tocaba el saxo ya con once años. Después, en la
escuela que estudiaba, la St. Joseph’s College, en Indiana, se unió a otros
muchachos (ya como baterista) para formar una pequeña orquesta de swing. En 1921,
en Madison, en el estado de Wisconsin, se unió a la orquesta The
Frivolians, cuando contaba con tan sólo 12 años. Sin embargo, no fue hasta
cuatro años después cuando tuvo la oportunidad de estudiar percusión
profesionalmente con maestros de la talla de E. B. Straight o Roy Knapp,
en la Austin High Gang. Así pues, en 1925, Krupa empezó sus estudios de
percusión, con Roy Knapp, Al Silverman y Ed Straigth, al
tiempo que compartía experiencias musicales con bandas comerciales de su
ciudad, como las de Joe Kayser o Thelma Terry y The Benson
Orchestra.
Primeros discos
Dos años más tarde,
en 1927, Krupa ya era fijo en las sesiones en los clubes de la ciudad,
donde conoce a músicos como Tommy Dorsey, Bix Beiderbecke, Mezz
Mezzrow o Benny Goodman. Comenzó a trabajar entonces como músico de
sesión y grabó sus primeros discos, ya con una técnica sorprendente, junto
a Red McKenzie y Eddie Condon, que fueron conocidos como grupo
con el nombre de McKenzie-Condon’s Chicagoans, punto culminante del
estilo del jazz de Chicago. Para la historia queda el dato, según fuentes
de la época, de ser el primer baterista de la historia en grabar el bombo de
una batería, esto es, el primero que se atrevió a grabar con esta técnica
percusiva, pues existía el riesgo de que un sonido tan grave perturbara la
calidad de la grabación que, como se sabe, se realizaba a micrófono único.
También fue el primer baterista en ser "solista", uno más de la banda
con sus improvisaciones. Con Krupa la batería, pues, dejaba de ser un
instrumento puramente de acompañamiento.
Con los Chicagoans sus
experiencias se multiplicaron y dieron lugar a grabaciones históricas en las
que se podían escuchar a los grandes músicos de ese tiempo: la contrabajista y
directora de orquesta Thelma Terry, Joe Kayser, Frank
Teschemacher o Joe Sullivan, Frank Teschemacher, Jan
Lannigan o Mezz Mezzrow. De estas fantásticas pueden rescatarse
algunos temas que hoy quedan como hitos de la historia del jazz, como
"Liza", "China Boy" o "Sugar". Qué duda cabe
que Chicago, por aquel entonces, resultó ser el centro neurálgico del jazz
más moderno adonde llegaban, incluso, los nuevos y viejos valores de la
antigua Nueva Orleáns, conocida cuna del jazz.
The Chicago Rhythm
Kings
En 1928 Krupa
formó parte de otro de los grupos capitales de aquel tiempo, The Chicago
Rhythm Kings, además de tocar con otra gran banda, la de IMF Mole, en la
que se hallaban también el conocido Bud Freeman, Wingy Manone o el
cornetista Muggsy Spanier. Del repertorio que Krupa grabó con esta banda cabría
rescatar los siguientes temas: "Baby Won’t You Please Come Home",
"I’ve Found A New Baby" o "There’ll Be Some Changes Made".
En 1929, ya con
veinte años, se trasladó desde Chicago a Nueva York, justo el
año de la gran crisis norteamericana. Allí inició sus actividades musicales con
Red Nichols (quien le había requerido su presencia en la ciudad) y en la
orquesta de Bix Beiderbecke, el gran trompetista de los años veinte y
representante de la conocida escuela de Chicago, donde también se
encontraba Adrian Rollini y Joe Venuti. Fueron años, sin duda,
de fructíferas grabaciones. Participó, siempre como freelance, en vinilos
de Buddy Rogers y en otros muchísimos discos con bandas menos
conocidas, hoy difíciles de hallar. Algunos de los temas de esta época que
catapultaron al baterista a lo más alto de las listas son "Sing, Sing,
Sing" (que presentaba un excepcional solo de batería) o la famosísima
"I Gotta Rigth To Sing the Blues".
Big band
En 1935, dada su
enorme fama de músico de sesión, dotado de una técnica original, Benny
Goodman lo fichaba para su orquesta, una de las más famosas de los años
treinta e inductora de la llamada "Swing Era" junto a la orquesta
de Glen Miller. En esta big band llevará a cabo los primeros grandes solos
de batería de la historia de la música. Con Benny Goodman estuvo cuatro años,
en los que también participó en los conocidos tríos y cuartetos del excelente
clarinetista "blanco". Precisamente conocida fue la formación de
cuarteto del clarinetista en la que estaban Goodman, Krupa, Teddy Wilson y Lionel
Hampton, cuya música trataba de alejarse de lo que ese tiempo se tildó de
"’música de baile’, cuando en realidad era una proyección natural del
llamado swing, tan en boga en los treinta, precisamente por el impulso de las
bandas de Goodman y Miller. Con los cuartetos y tríos, el primero de ellos
trataba de satisfacer a un público que no buscaba solamente el placer de bailar
al son de su música, sino también de escuchar sus propuestas musicales. De esta
experiencia cabe referir algunos temas muy conocidos, como "Tigre
Rag" "Whispering" o "Stompin the Savoy", buenas
muestras del talento de los cuatro músicos. Además, eran las primeras
formaciones que mezclaban músicos blancos y negros, algo insólito hasta la
fecha.
Orquesta propia
En 1938, tras su
paso por la conocida big band de Goodman, Krupa iniciaba su propia orquesta en
la que, en un principio, se hallaban Roy Eldridge y la cantante Anita
O’Day (cantante con quien realizara numerosos trabajos en los años
próximos). Fueron famosísimos sus conciertos en el Marine Ballroom (en Atlantic
City) en abril del 38; allí concurría Krupa con su banda (que podía llegar a
tener 30 o 40 músicos), llenando cada día que tocaban. Del mismo año es su gran
método de batería The Gene Krupa Method, que puede estudiarse en la actualidad
todavía, el cual tuvo un referente inmediato en su libro anual Drum Contest,
iniciado hacia 1941.
Tristemente, después de
aparecer en varias películas de la época (Con faldas y a lo loco y Beat the
Band) que lo hicieron inmensamente popular, en el verano de 1943 Krupa
era arrestado en San Francisco. Los cargos: posesión de marihuana y abuso
de menores. De los 90 días a que Krupa fue condenado cumplió 84. Qué duda cabe
que este acontecimiento enfrió la enorme popularidad que tenía el baterista. No
obstante, en su ausencia, Roy Eldridge se ocupó de dirigir la banda
de Krupa, quien al salir en libertad se asoció de nuevo con Benny Goodman (pues
necesitaba resarcirse con rapidez de aquella nefasta eventualidad) y tocó
con Tommy Dorsey, quien no dudó en contratarle en su banda. Era 1944 y,
pese a su gran éxito de público, los críticos lo acusaron de baterista
excesivamente comercial. En el mismo año Krupa formaba de nuevo su propia
orquesta, con la que actuaría por los clubes en plena fiebre de las big bands,
período que se concretará entre los años 1944 y 1951.
En 1954, Krupa
pasó a dirigir una escuela de música junto al otrora baterista de los años
treinta, Cozy Cole, conocida por Krupa-Cole Drum School. Los métodos del
baterista se hicieron archifamosos, y su vigencia hoy día es indiscutida para
los primerizos bateristas de jazz. Al margen de su experiencia con esta
escuela, Krupa prosiguió su labor musical, y salió de gira con Benny
Goodman, quien hacia 1955 presentaba su espectáculo The Benny Goodman
Story, al que siguió The Gene Krupa Story (1959), un filme protagonizado por
Sal Mineo en el que se contaba la historia de este excepcional baterista y cuya
banda sonora fue realizada por él mismo. Hacia finales de los cincuenta, (1958),
Krupa grababa con el saxofonista Gerry Mulligan el conocido álbum
Gebe Krupa Plays Mulligan Arragements, al margen de otros álbumes muy conocidos
en su discografía, como Krupa Rocks o Hey! Here’s Gene Krupa.
Retiro y muerte
En 1960 sufría
un ataque de corazón (algo parecido le pasó a Budy Rich), lo que hizo que se
retirara unos meses del circuito de jazz. Su reaparición fue brillante, no
obstante, junto al cuarteto de Benny Goodman, con quien ofreció un memorable
concierto en 1964 en el Festival de Newport (Nueva York), éxito que
le llevó de gira incluso por Japón, en 1964, esta vez al lado de su
amigo Charlie Ventura. Sin embargo, su salud empeoraba por días, y sus
problemas con su segunda mujer se recrudecieron. En 1967, Krupa se retiró
de los escenarios dada su precaria salud. Iniciaba entonces unas charlas sobre
la drogadicción, al tiempo que promocionaba las Slingerland Drums. Su retiro
oficial llegó en noviembre de 1970. Fue al frente de su propio cuarteto,
en el Hotel Plaza in Nueva York. Allí grabó un comercial disco titulado
Jazz At the New School, en el que participaron Eddie Condon o Wild
Bill Davison. A pesar de todo, y ya retirado, en agosto de 1973 grabó
en estudio su último disco, esta vez con el viejo cuarteto de Goodman.
Krupa fallecía el 16 de
octubre de un ataque al corazón, aunque ya sufría un enfisema pulmonar. Sus
restos se encuentran en el Holly Cross Cementary, en Illinois.
Bien, hasta aquí su
biografía. Y ahora el link prometido para verlo en acción:
https://www.youtube.com/watch?v=fyAUKU_ImNg
Antes de finalizar quiero comentarles que, como muchos de ustedes ya saben, yo edito un boletín digital con novedades en la ciencia y en la tecnología. El tal boletín lo podrán encontrar y descargar desde la siguiente dirección electrónica:
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Ahora si:
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